domingo, 8 de marzo de 2020

Visita al Chivo Café

El sábado 29 de febrero fuimos a visitar el Museo Temático Chivo Café de la ciudad de Saladillo, ubicada en la provincia de Buenos Aires, con un grupo de fierreros, muchos de ellos seguidores de Archivo de autos. En esta crónica conocerán un poco este lugar digno de ser visitado.


La invitación a participar del viaje me la hicieron Diego Abal y Gustavo Feder. Lo que me dijeron fue que no me podía perder este viaje fierrero, y estaban en lo cierto y por eso les agradezco mucho que me invitara a participar. Pero no fueron con ellos dos solos que iniciamos el viaje hacia Saladillo.


Partimos desde Floresta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) a las 8:30 horas de la mañana. Desde ahí salimos, los mencionados anteriormente más Fernando Gómez, Sebastián Fruchart, Roberto Landler, Peli Agote, todos ellos seguidores de Archivo de autos y por supuesto el que escribe esta crónica.


En el camino se nos sumarían Andrés y Gustavo Moranzoni, Florencio Gamallo y Abel Ceverio, acompañado de su hijo Gustavo. Otros seguidores de Archivo de autos. Fuimos más personas como los invitados de algunos de los participantes de esta caravana fierrera que no conocía previamente. En total éramos 16 a la hora de almorzar.


Porque el hombre no vive de fierreros solamente… y antes de visitar el Chivo Café almorzamos en Saladillo. De anfitrión lo tuvimos a Adrián Antoniano con quien charlamos durante toda la comida y fue la persona que nos abrió el museo a la tarde.


El Chivo Café, para los interesados, les cuento que está ubicado en Ruta Nacional 205 y Avenida Frocham de la ciudad de Saladillo. Abre sus puertas los viernes, sábados y domingos a partir de las 16 horas. El café estaba cerrado por vacaciones, así que Adrián Antoniano abrió el museo para nosotros. Lo que se dice una visita privada.


Además el lugar es la concesionaria de la marca Chevrolet y es propiedad de Francisco Delía, a quien también conocimos en el lugar. El café esta ubicado en la parte baja del edificio, que cuenta con dos plantas para exhibir los vehículos, motores y accesorios de la marca Chevrolet.


Hay una perlita en el museo que es un Dodge, del año 1912, único automóvil exhibido que no es de la marca estadounidense, en un estado de originalidad asombroso. Incluso con partes originales de la época con su tapizado de cuero negro. En las imágenes lo podrán ver al lado de los demás modelos Chevrolet de distintos años.


Porque el museo no se circunscribe a modelos antiguos, sino que hay clásicos, nacionales y extranjeros, como modelos más cercanos a nuestro tiempo. Tal vez una de las atracciones sean los motores de distintas épocas, exhibidos en la planta alta, uno al lado del otro.


Es un viaje en el tiempo del diseño y desarrollo de los motores de la marca Chevrolet. Interesante para ver un rato y comparar cómo se ha ido desarrollando la industria automotriz desde la década del veinte hasta la década del setenta. Algo para no dejar de ver: un motor de un Chevrolet Corvair.


El jueves 5 de marzo vimos una nota con parte de la historia de la marca australiana Holden. Justamente al ingreso del Chivo Café está el Chevrolet abierto del año 1936 que se produjo en Australia. Uno de los vehículos que vale la pena ver en vivo y directo: https://archivodeautos.blogspot.com/2020/03/chevrolet-de-1936-de-australia.html


Recorriendo el lugar nos encontramos con modelos conocidos en el país en los años treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta. Algunos armados en las plantas de Barracas, de la ciudad de Buenos Aires, y otros en la planta de San Martín en la provincia de Buenos Aires.


Pero también podemos encontrarnos con Chevrolet Impala, Caprice o Camaro que se importaron desde Estados Unidos. También hay una Chevrolet Van Delivery pintada como vehículo de servicio de la concesionaria Chevrolet Delía. En el piso superior nos podemos encontrar con un Opel K 180, otro automóvil que no es de la marca Chevrolet, pero sí fabricado por General Motors Argentina.


En la planta superior está exhibido el frente, con su parabrisas, tablero y asientos delanteros, pero sin su parte trasera, de algunos modelos de la marca Chevrolet. Una manera de mostrar más unidades para contar la historia de la marca de Estados Unidos. También en ese lugar están expuestas dos camionetas Chevrolet, la Brava, de dos líneas diferentes.


En el piso de arriba, que se accede por una escalera, se pueden ver en una pared tazas de todo tipo y color. Como también, en la planta baja, hay trompas de distintos modelos, de los años treinta y cuarenta, a modo de decoración amuradas a la pared, incluso una está montada en el sector del café.


Justamente delimitando el sector de la concesionaria, con el café, hay unas vitrinas que tiene tableros, repuestos y demás partes de los modelos de la marca Chevrolet. Piezas que de esta manera están a la vista de los visitantes, mientras degustan un café con alguna medialuna...


Merece un capítulo aparte una serie de mamparas que nos muestran reproducciones de publicidades de Saladillo, todas vinculadas con la venta de vehículos. Otra manera de abordar la historia del automóvil. Es interesante cómo están expuestos los autos y en especial los relatos de Adrián Antoniano que no tiene problema en contar la historia de un determinado modelo.


No solo la historia de cómo llegó al lugar, sino lo que significó la restauración de la pieza. No todos llegaron en el estado en que se exhiben. Algunos están siendo restaurados y les faltan algunos accesorios o necesitan de ser cromadas algunas de unas partes. Pero eso demuestra que el sitio está vivo y en proceso de recuperación de algunas de las unidades exhibidas.


Valió la pena el viaje a Saladillo y nuevamente agradezco a Abal y a Feder la invitación a ser parte de este contingente de fierreros. Porque si algo nos une es la pasión por los viejos autos que supimos conseguir y la historia que tienen para contarnos. Pero lo mejor es que siempre se termina aprendiendo algo nuevo, o desconocido.


Gracias Adrián Antoniano que nos hizo compañía en el almuerzo en el restaurante La Esquina del Sol, ubicado en Ruta Nacional 25 y Avenida Pereyra de Saladillo, y luego de la sobremesa nos abrió el Chivo Café para nosotros y nos explicó todo lo que le preguntamos.


Dejo, nuevamente, la ubicación del Chivo Café: en Ruta Nacional 205 y Avenida Frocham de la ciudad de Saladillo. Los días que abre sus puertas son de viernes a domingo a partir de las 16 horas. En Facebook el Chivo Café tiene armado un grupo: https://www.facebook.com/groups/chivocafe/ Las fotografías fueron tomadas el sábado 29 de febrero de este año.

¿Te gustó esta nota? Podés convidarme un cafecito: https://cafecito.app/archivodeautos

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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