Chevrolet Super y Torino de plástico de la marca argentina Baltasar

Muchos lectores argentinos recordarán la marca Sanz que fabricó diversos artículos en plástico y acrílico, en los años sesenta del siglo XX. Algunos otros habrán jugado con juguetes de la marca Baltasar. La cual fabricó la mencionada empresa argentina. Hoy, en la nota sabatina del “Garaje Miniatura”, vemos los dos autos que conservo de mi infancia.

 

Torino de Baltasar de la empresa Sanz

Los chicos de los años sesenta tuvimos como juguetes, en Argentina, a autos a escala de plástico inyectado e inflado. Tal el caso de este Torino de competición, seguramente del Turismo Nacional (TN), o Anejo J, que compitieron en los Grandes Premios de Argentina.

  

Ferrari Fórmula 1 de la marca Clifford

Los juguetes importados del Lejano Oriente, a Argentina, tuvieron oleadas de distintas naciones. Japón, Hong Kong y Taiwán fueron algunos de los países, entre las décadas del sesenta y principios de los años ochenta. El “Garaje Miniatura” le abre sus puertas a un auto de plástico a fricción, llegado desde Hong Kong.

 

Chevrolet Super de la marca Baltasar

El Chevrolet Super, de color blanco, de material plástico y de la marca Baltasar es otro recuerdo de mi infancia. “Juguetes irrompibles”, era el eslogan de la marca Baltasar de la empresa argentina Sanz. Veamos cómo era ese auto de carrera y en qué estado se encuentra.

Torino de Baltasar

Los chicos de los años sesenta tuvimos como juguetes, en Argentina, a autos a escala de plástico inyectado e inflado. Tal el caso de este Torino de competición, seguramente del Turismo Nacional (TN), o Anejo J, que compitieron en los Grandes Premios de Argentina.