A finales del siglo XIX en plena segunda revolución industrial, las profesiones se transmitían de maestro a aprendiz, la ciencia y la tecnología de la época se caracterizaron por una mayor complejidad de las máquinas y equipos, haciendo que los hombres cambiaran su naturaleza en pos de la primera globalización. A raíz de esto algunos de esos hombres han cobrado la categoría de leyenda en mayor o menor medida, no sólo por su obra, sino también por sus propias historias personales que son ejemplos de superación, ambición y pasión. Este es el caso de Abarth y su legado, comparable al genio y figura del hombre que hay detrás del mito de la marca.
Abarth 2000 Sport. |