Estaba detenido en el semáforo cuando de la nada
apareció una Rambler Cross Country roja con el techo blanco y adentro Papá
Noel. Sí, Papá Noel en medio de la ciudad. Lo miro y el tipo me saluda con una
sonrisa. ¿Será el calor de esta tarde de diciembre?, pensé, porque la
temperatura se había pasado de los 35º y seguía camino a los 40º grados con
toda tranquilidad.