Mañana, jueves 30 de mayo

La nota, de la sección “Auto Antiguo”, nos traerá algo de la historia de un automóvil de una marca europea que se ganó prestigio en un tipo de motor. Dicho motor sentó las bases para futuros modelos de esa marca.

Mauricio Uldane

Editor de Archivo de autos

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Mitsubishi L 300 1980

Las van, minibús o furgones vidriados llegados desde Japón fueron toda una novedad para el mercado argentino. Entre esos vehículos estaba el Mitsubishi L 300 que en el país era importado por Alberto J. Armando y en Uruguay por IRSOL SA. Esto al mismo tiempo en los dos países vecinos. Esta versión que vemos en la ficha técnica es el minibús con capacidad para 9 personas. El tanque de combustible tenía una capacidad de 55 litros y bomba de nafta de accionamiento mecánico. El motor de cuatro cilindros en línea tenía árbol de levas a la cabeza y el embrague era del tipo monodisco seco. La refrigeración era por agua y el sistema eléctrico era de 12 volts con un alternador de 40 amperes y la batería era de 35 amperios por hora. La gran ventaja del Mitsubishi L 300 eran sus puertas laterales corredizas, esto facilitaba el acceso de los pasajeros, o la carga y descarga de objetos transportados. Además contaba con un portón trasero para un mejor acceso al equipaje, o carga en el caso de la versión van o furgón.