El
7 de enero de 1923 finalizaba la
travesía de los Citroën con orugas,
llamados Kegresse, que habían
partido el 16 de diciembre de 1922.
La idea era establecer una ruta de abastecimiento a través del desierto de Sahara.
Uno de los Citroën Kegresse en el desierto de Sahara en 1922.