El Rambler Ambassador siempre fue el
automóvil argentino, en los años sesenta, ubicado al tope del lujo ofrecido en
el mercado interno. Un automóvil que tuviera levanta vidrios eléctricos, aire
acondicionado y dirección hidráulica era el súmmum en aquellos años. Casi
ningún competidor podía ofrecer algo parecido hasta que apareció el Valiant
Coronado. Pero durante los primeros años de la década del sesenta fue líder. No
por nada a finales de la década mencionada fue el auto presidencial. Claro que
con la línea que le siguió a este modelo. El primer Rambler argentino es del
año 1962 y este modelo era de la segunda generación con una nueva línea de
carrocería. Que el público pasó a llamar “boca de pescado”, por la particular forma
de su parrilla. Mecánicamente no tenía diferencias con el Rambler Classic y la
rural Rambler Cross Country. También compartía el mismo motor Continental de 6
cilindros en líneas, de válvulas laterales, del Rambler Ambassador 400 del año 1962. Motor que había heredado del Kaiser
Carabela que lo antecedió en los automóviles grandes que fabricó la empresa IKA (Industrias Kaiser Argentina SA).
Recién con la siguiente generación, y cambio de carrocería, vendrá un nuevo
motor: el Tornado Jet.