El
autoelevador, o Gabelstapler en alemán, de la marca Wiking
lo conservo desde mi infancia. Es una pieza rara, que no es ni un
auto, ni camioneta, ni camión, ni moto. Pero tiene su lógica si conocemos para
qué se fabrican los modelos, de la escala 1:87 de la marca alemana, que
es el ferromodelismo.