lunes, 29 de junio de 2015

Salón del Automóvil 2015

Ahora que ha finalizado el 7º Salón del Automóvil 2015 que se realizó en el predio de la Sociedad Rural de la ciudad de Buenos Aires, entre los días 19 y 28 de junio, les contaré mi experiencia en ese lugar. Gracias a la invitación que me hicieron los integrantes de Autohistoria, tal vez la primera vez que un sitio web tiene un stand en una muestra de estas características. Esos integrantes son Gustavo Feder, Diego Abal Alejandro Ochnio y Fernando Gómez gracias a la invitación que me hicieron es que pude asistir a la muestra.

El stand 160 de Autohistoria en el 7º Salón del Automóvil en La Rural de la ciudad de Buenos Aires realizado entre los días 19 y 28 de junio de 2015.

Antes de comenzar con esta crónica les quiero aclarar algo. Desde los años noventa que les perdí interés a los automóviles cero kilómetro. Comencé a darme cuenta que todos se parecían a todos. Tal vez por eso me alejé de los autos por más de 20 años. Solo los autos viejos que supimos conseguir lograron que ahora esté escribiendo estas líneas. Por lo cual no leerán en esta nota nada sobre los autos cero kilómetro que se expusieron en la séptima edición del Salón del Automóvil, salvo un par de excepciones como pasa con todas las reglas.

La otra aclaración es que, y tiene que ver con la anterior, nunca concurrí a alguna de las ediciones anteriores. Así que no puedo comparar, pero otros sitios de Internet lo han hecho mejor o peor que esta crónica. Pero entonces entremos en ese predio de La Rural y veamos que me pasó.

El Rambler Ambassador modelo 1972 del stand de Autohistoria en el 7º Salón del Automóvil.

Lo primero al ingresar fue volver al pasado. ¿Por qué? Simplemente porque en la entrada, Salón Ocre, estaban expuestos los autos antiguos y clásicos que nada tienen que ver con la actual industria automotriz de Argentina y del mundo. El Club de Automóviles Clásicos de Argentina (CAC), que está cumpliendo sus primeros 50 años, exhibía sus automóviles del pasado que se han visto en ediciones anteriores de Autoclásica y daba la bienvenida a los visitantes.


Está demás de decir que la zona estaba acaparada por las cámaras fotográficas, smartphone, tablets y celulares de todo tipo. El constante parpadeo de los flashes era el mejor termómetro para saber que esos eran los autos más llamativos de la muestra. Al menos a mi entender. Ahí mismo, enfrente del CAC, estaban el stand de la revista Ruedas Clásicas con autos sport artesanales o fuera de serie. Junto estaban expuestos algunos automóviles de carrera del Museo del Automóvil Club de Argentina (ACA).

Una vista general del stand de Autohistoria en el 7º Salón del Automóvil.

Pero al avanzar unos pasos uno se encontraba con el stand 160 de Autohistoria con un homenaje a los 60 años de la fundación de la empresa IKA (Industrias Kaiser Argentina SA) con seis automóviles que representaban la producción de esta empresa argentina. Dos Rambler de diferentes épocas: un Ambassador y un Classic, conocido como boca de pescado estaban allí expuestos.

Un Jeep carrozado de IKA en el stand de Autohistoria en el 7º Salón del Automóvil.

Un Jeep carrozado, un Renault Dauphine, una cupé Torino 380W y un Kaiser Carabela, el primer automóvil de IKA en el país eran los que demostraban lo que la empresa, radicada en la provincia de Córdoba, supo entregar al mercado automotriz local. En ese stand se encontraban Feder, Abal y Ochnio para darme la bienvenida y ofrecerle el lugar como propio.

Por supuesto que eso solo no fue esta edición del Salón del Automóvil en Buenos Aires en otro pabellón, Salón Azul si no recuerdo mal, y junto a autos cero kilómetro, se puedo ver algunas de las piezas que integran el Museo Juan Manuel Fangio de la ciudad de Balcarce en la provincia de Buenos Aires. Algunas de las réplicas del museo estuvieron expuestas para que muchos pudieran apreciarlas. Otros las conocen de memoria por haber visitado el museo más de una vez. Pero fue una ocasión para verlas en vivo y en directo, como se decía hace años en la televisión argentina.

Un Sport Rocchetto exhibido en el stand de la revista Ruedas Clásicas en el 7º Salón del Automóvil.

Tengo la sensación, de hace años, que cuando viste un auto nuevo los viste a todos. Por supuesto que hay excepciones como puede ser el Chevrolet Camaro, claro ese auto nuevo se basa en líneas clásicas y no en las actuales que terminan despersonalizando a los automóviles. Además, como dijo un seguidor de Archivo de autos, "los autos nuevos se parecen a una licuadora". Y creo que tiene razón son lo más parecido a un electrodoméstico, no solo por el diseño, a veces funcional, sino por la duración que ahora tienen.

El stand de AutoClásica en el  7º Salón del Automóvil.

Vi autos, o mejor dicho camionetas, como una Silverado de Chevrolet con ruedas duales traseras, que no es apta para circular por las estrechas calles de algunas de las ciudades del país. Parece más un camión liviano que una camioneta. Pero hubo un automóvil nuevo que si logró mi atención. En realidad es un triciclo eléctrico que presentó la empresa japonesa Toyota, el i-Road. Varios son los motivos de mi interés. El primero porque creo que sería uno de los remedios para el congestionamiento urbano diario. Segundo porque es, para mí, el futuro mediato del automóvil en las grandes ciudades que llegarán pronto a estar totalmente congestionadas. Y tercero porque nadie le daba bolilla en el stand y todos estaban más preocupados por conseguir una bolsa blanca con la marca y el logo de Toyota. Claro que también me alcé con una bolsa de esas para meter mi campera.

Un Cord 812 en el stand del Club de Automóviles Clásicos de Argentina en el 7º Salón del Automóvil.

Porque pese a ser finales de junio dentro de los salones hacía un calor casi tropical. No sé si para lograr que los visitantes no pasemos frío o para salvaguardar la salud de las promotoras de las diferentes marcas con sus livianas vestimentas. No provocativas, pero si poco abrigadas.

La verdad los cien pesos del valor de la entrada lo valen los autos antiguos y clásicos que vi. Porque pagar por los autos que las diferentes marcas exhibieron en el 7º Salón del Automóvil era tirar el dinero a la basura. Esos mismos autos los podemos ver en cualquier concesionaria o en la profusión de avisos publicitarios de los grandes diarios porteños.

Una réplica de un Simca Gordini en el stand del Museo Juan Manuel Fangio en el 7º Salón del Automóvil.

Tal vez para algunos la pista de off-road fuera el atractivo y en especial subirse a una de las unidades que continuamente circulaban por el circuito. ¿Pero qué sentido tiene subirse en un 4 x 4 que maneja otro? ¿Por qué no hacer una breve escuela de manejo? Además por algunos comentarios los pilotos no eran la quinta esencia del manejo fuera de ruta. Claro no se pueden reproducir las condiciones naturales que nos podemos encontrar cualquier mortal a bordo de una 4 x 4. La realidad supera la ficción.

El triciclo eléctrico Toyota i-Road exhibido en el stand de la marca japonesa en el 7º Salón del Automóvil.

Como no tengo parámetros para comparar con otras ediciones no puedo hacer un balance de esta séptima edición. A mi juicio es un poco deslucida. Como ajada y que se salvó por los autos antiguos y clásicos de la entrada. Era donde más fotos sacaban el público visitante. Además eran notorias las expresiones de sus rostros. Eso solo lo generan los viejos autos que supimos conseguir.

Un apartado para los amantes del automodelismo. En el stand de la empresa Toyota había funcionando una impresora 3D haciendo autos a escala, por supuesto de la marca japonesa. Es un dato a tener en cuenta. Creo que el futuro del modelismo viene por ahí. Si queremos hablar de los autos que vienen, aunque sean en miniatura. Pero claro que con una impresora de esas características podríamos dedicarnos a hacer autos del pasado.

Una impresora de 3D haciendo autos a escala en el stand de Toyota en el 7º Salón del Automóvil.

Otro apartado de lo moderno. El stand de Glasurit con su nueva línea de pinturas para autos antiguos y clásicos. Este es un ejemplo de cómo lo moderno se hermana con lo antiguo para rescatar y mejorar aquellos viejos autos del pasado. Además los clásicos exhibidos en el stand eran otros que se llevaban los flashes de buena parte de los visitantes.

Para concluir quiero agradecer la gentileza de los integrantes de Autohistoria para con mi persona. Además tuve la posibilidad de conocer a dos seguidores de Archivo de autos: Eduardo Nolazco y Martín Larre. Además debo agradecer públicamente a Nolazco por el ofrecimiento de invitaciones para el Salón del Automóvil 2015.

El stand de Glasurit con su nueva línea de pinturas para autos antiguos o clásicos en el 7º Salón del Automóvil.

Fue una experiencia nueva para mí el visitar el 7º Salón del Automóvil que se realizó en la ciudad de Buenos Aires en especial porque intenté acreditarme como periodista, pero me devolvieron el mail diciéndome que ya estaba cerrada la entrega de credenciales. Lo cierto que gracias a una invitación, de amigos fierreros, es que pudieron leer esta crónica subjetiva de lo vi ese día de visita.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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