martes, 26 de agosto de 2014

Mazda RX-7, un deportivo diferente

Lo que tenía de diferente el Mazda RX-7, que fuera importado desde Japón a la Argentina, era su motor Wankel. Hoy veremos algunas de las características que ofrecía este auto, que con variantes, se comercializaba desde el año 1968 en su país de origen.

El Mazda RX-7 modelo 1979 la primera versión que entró a Argentina.
La fotografía es de la revista Su Auto número 21 de octubre de 1981.


Cirlafin SACIF fue el representante en Argentina de la marca japonesa Mazda que importó automóviles, camionetas y camiones a partir del año 1979, cuando se abrió la importación de vehículos al país. Dentro de todos los modelos ofrecidos al mercado local se encontraban el deportivo Mazda RX-7 que sobresalía del resto por ser el único automóvil vendido en Argentina con motor Wankel.

La empresa japonesa Toyo Kogyo Co. era la que fabricaba los automóviles con la marca Mazda y para finales de la década del sesenta compra la licencia para poder fabricar motores Wankel que había desarrollado la empresa alemana NSU (NeckarSUlm). No solo fabrica los motores bajo licencia, sino que le realiza muchas mejoras al proyecto original.

Vista de la cola del Mazda RX-7 modelo 1979 la primera 
versión que entró a Argentina. La fotografía es del diario 
La Nación del 24 de septiembre de 1979.

Tanto fue así que en las famosas 84 Horas de Nürburgring, carrera en la que participaron los Torinos de IKA (Industrias Kaiser Argentina SA), un Mazda con motor rotativo ganó la clasificación general. Toyo Kogyo tomó el desafío de mejorar este motor que tenía graves problemas con los materiales utilizados en su construcción. Usando metales raros lograron mejorar el rendimiento y poner los ojos del mundo en esta empresa japonesa.

Una anécdota cuenta que en el año 1968 un Mazda con motor rotativo llegó a estas playas, en una gira mundial, como lo había hecho, dos años antes el NSU Spider Wankel. Parece ser que Juan Manuel Fangio tuvo la oportunidad de probarlo en el Autódromo Municipal de la ciudad de Buenos Aires. Fangio quedó admirado por la suavidad de marcha y el silencio de su planta motriz.

El Mazda RX-7 en su versión del año 1981. La fotografía es
de la revista Su Auto número 15 de marzo de 1981.

Lo cierto es que los japoneses lograron encontrarle la vuelta a este motor que es sencillo en su funcionamiento, pero muy complejo en la fabricación. Además en un principio había una notable caída de vueltas por debajo de las 3.000 revoluciones por minuto como sucedía en el NSU RO 80 del año 1967.

El Mazda RX-7 llegó en el año 1979 a nuestras tierras y cautivó a varios por su sencillez de líneas y las prestaciones que ofrecía. El motor Wankel era un birrotor que equivalía a unos 1.146 centímetros cúbicos que erogaban una potencia de 105 CV DIN a 6.000 revoluciones por minutos. Para evitar daños en el motor el cuentavueltas era acústico y emitía una señal sonora cuando el motor había llegado a las 6.800 revolucione por minuto. Las 7.000 revoluciones por minuto era el tope que soportaba el Wankel desarrollado por Mazda. La relación de compresión era del orden de los 9,4:1 y el carburador encargado de alimentar al motor Wankel era del tipo descendente de dos etapas y cuatro bocas.

Tablero del Mazda RX-7 de 1979. La fotografía es del diario
La Nación del 24 de septiembre de 1979.

La caja de velocidades era de cinco marchas sincronizadas y marcha atrás. El embrague era de diafragma sencillo con disco seco. La suspensión delantera era independiente del tipo Mc Pherson con resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos con barra estabilizadora y varillas tensoras. La suspensión trasera era de eje rígido con cuatro articulaciones, varillaje  Watt, resortes helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barra antirrolido.

Los frenos eran de disco en las ruedas delanteras y de tambor en las traseras para el modelo de 1979. En cambio el modelo de 1981 tenía frenos a disco reforzados en las cuatro ruedas, siendo los delanteros ventilados. La dirección era del tipo de tuerca y bola recirculante. El volante era de cuatro rayos con un diámetro de 380 milímetros.

Los asientos delanteros y traseros del Mazda RX-7 modelo 1981.
La fotografía es de la revista Su Auto número 15 de marzo de 1981.

El tratamiento de la carrocería del Mazda RX-7 tenía protección por medio de electropintura catódica con un recubrimiento de fosfato y la pintura con una base de resina epoxy. La preocupación por el óxido llegaba a las cañerías de freno que estaban bañadas en cinc y recubiertas en teflón para evitar los impactos de piedras u otro tipo de objetos en su desplazamiento por los diferentes caminos.

El coeficiente de resistencia aerodinámica, Cx, era bajo de tan solo 0,36 y al desplegar los faros retractiles aumentaba un 6 por ciento la resistencia. En el modelo 1981 le agregaron un alerón en la cola para evitar vértices de viento en las frenadas. La luneta trasera era de plástico de alto impacto que elevaban dos amortiguadores. Las ventanillas triangulares traseras eran de vidrio.

Transparencia del Mazda RX-7 modelo 1981. La fotografía es de
la revista Su Auto número 15 de marzo de 1981.

El motor estaba ubicado por detrás del eje delantero con lo cual permitía una caída pronunciada de la trompa que se acentuaba con los faros retractiles. En el primer modelo que llegó a Argentina, la versión de 1979, las llantas eran diferentes al modelo de 1981. En este último recordaban el rotor que equipaba el motor Wankel del Mazda RX-7.

El tablero del RX-7 era por relojes circulares y presentaba una consola central en la que estaba ubicado la radio pasacasete. Los asientos delanteros tenían los apoya cabezas integrados y una buena protección lateral para una mayor comodidad al tomar curvas a alta velocidad. El asiento trasero se podía rebatir para aumentar la capacidad de carga del baúl. La capacidad era de cuatro plazas.

El tanque de combustible tenía una capacidad de 55 litros de nafta especial y los neumáticos radiales acero eran de la medida 185/70 H 13. El peso, para el modelo 1981, era de 1.045 kilogramos. También para este modelo se había bajado el Cx a 0,34 y el centro de gravedad se ubicaba a 455 milímetros del piso. El RX-7 podía superar los 200 kilómetros por hora por eso algunos lo bautizaron como el misil terrestre, dada la exigua cilindrada que presentaba.

Algunas unidades entraron a Argentina de este deportivo raro equipado con motor Wankel, lo que no recuerdo es la versión con las llantas con la forma del rotor. Lamentablemente he visto algunas unidades de RX-7 en un estado lamentable, imagino que por falta de repuestos adecuados y tal vez lo peor por no encontrar mecánicos que sepan reparar el motor Wankel, que nunca se logró imponer en un mercado ganado por los motores tradicionales con pistones y cigüeñales.

Las fotos que ilustran esta nota fueron tomadas del diario La Nación del 24 de septiembre de 1979, la revista Su Auto número 15 de marzo de 1981 y del número 21 de octubre de 1981.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos



Archivo de autos es armado en un ciber por falta de recursos económicos, no por una política editorial.

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