Léon Bollée, que nació un 1 de abril de 1870, fue el descendiente de una familia francesa muy
vinculada a la industria del automóvil. Desde los motores a vapor desarrollados
por su padre Amédée Bollée hasta los
motores a nafta que fueran de su propia inventiva.
Hoy veremos su
primer triciclo que patentara el 4
de diciembre de 1895. Este triciclo tenía un motor de 3 CV contra los ¾ CV que
presentaban los triciclos De Dion-Bouton
que incluso venían con pedales para subir las cuestas pronunciadas. De esta
forma el triciclo de Bollée se convirtió en un vehículo sumamente rápido.
Para lograr un vehículo ligero dotó de tracción a
la única rueda trasera de esta forma
se ahorró engranajes y pérdidas de potencia. Básicamente estaba pensado como un
vehículo de locomoción individual,
aunque era de dos plazas, y utilitario. Pero involuntariamente se convirtió en
un triciclo veloz.
La estructura
tubular era liviana y la potencia del motor ayudó a la velocidad final. Pero
Bollée para evitar transmitir vibraciones a las suspensiones y hacer trepidar
todo el triciclo construyó un motor de
un solo cilindro horizontal. El punto débil de este motor era el encendido
por incandescencia. El motor, salvo este punto mencionado, era eficiente y
sólido.
Tan sólido que 1898
batió el récord de velocidad alcanzando los ¡100 kilómetros por hora! Imaginen esa velocidad en el triciclo de Bollée con esa estructura
tan liviana. Además el pasajero viajaba en el asiento delantero y el volante
era una rueda con manija ubicada a la derecha del triciclo.
Pero no solo batió un récord el triciclo del siglo XIX, sino que varias unidades
participaron de la carrera París-Marsella-París
en 1896, año que se conoció en el
mercado francés. Por aquellos años no había vehículos ligeros como este
triciclo así que Bollée los llamó: voiturette
y se convirtió en una marca comercial que obligó a los otros constructores a
usar sinónimos para denominar sus vehículos.
De entrada este vehículo atrajo la atención de grupos financieros angloamericanos que
estuvieron interesados en el desarrollo de la empresa. Tanto fue así que los
automóviles Bollée del siglo XX fueron lujosos pensados para la exportación a Estados Unidos más que a la venta en Francia.
Los ingleses estuvieron muy interesados en la
compra de triciclos Bollée en
especial por las trabas que había en Gran
Bretaña por las leyes dictadas en 1861
y 1865 que reducían la velocidad de
los automóviles. La licencia de fabricación fue muy ventajosa para la fábrica
de Bollée.
Pero Bollée solía ceder sus desarrollos a terceros con el fin de tener libre su
mente para crear. Así que delegaba en otras empresas sus inventos como ocurrió
con su primer automóvil de cuatro ruedas que lo construyó la empresa Usines Perfecta de Alexandre Darracq.
Vimos como un pequeño y liviano triciclo francés
alcanzó a batir un récord de velocidad en los inicios de la industria
automotriz europea. ¿Cuántos de nosotros circularía a más de 30
kilómetros
por hora en el triciclo de Bollée?
Para aquellos que estén interesados en verlo en vivo y en directo les cuento
que el de la fotografía se encuentra en el Museo
del Automóvil de Turín, Italia.
La vieja foto fue tomada de la Enciclopedia Salvat del Automóvil, Volumen 3, de 1974, editada en España.
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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
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