jueves, 1 de mayo de 2014

Un triciclo veloz

Léon Bollée, que nació un 1 de abril de 1870, fue el descendiente de una familia francesa muy vinculada a la industria del automóvil. Desde los motores a vapor desarrollados por su padre Amédée Bollée hasta los motores a nafta que fueran de su propia inventiva.


Hoy veremos su primer triciclo que patentara el 4 de diciembre de 1895. Este triciclo tenía un motor de 3 CV contra los ¾ CV que presentaban los triciclos De Dion-Bouton que incluso venían con pedales para subir las cuestas pronunciadas. De esta forma el triciclo de Bollée se convirtió en un vehículo sumamente rápido.

Para lograr un vehículo ligero dotó de tracción a la única rueda trasera de esta forma se ahorró engranajes y pérdidas de potencia. Básicamente estaba pensado como un vehículo de locomoción individual, aunque era de dos plazas, y utilitario. Pero involuntariamente se convirtió en un triciclo veloz.

La estructura tubular era liviana y la potencia del motor ayudó a la velocidad final. Pero Bollée para evitar transmitir vibraciones a las suspensiones y hacer trepidar todo el triciclo construyó un motor de un solo cilindro horizontal. El punto débil de este motor era el encendido por incandescencia. El motor, salvo este punto mencionado, era eficiente y sólido.

Tan sólido que 1898 batió el récord de velocidad alcanzando los ¡100 kilómetros por hora! Imaginen esa velocidad en el triciclo de Bollée con esa estructura tan liviana. Además el pasajero viajaba en el asiento delantero y el volante era una rueda con manija ubicada a la derecha del triciclo.

Pero no solo batió un récord el triciclo del siglo XIX, sino que varias unidades participaron de la carrera París-Marsella-París en 1896, año que se conoció en el mercado francés. Por aquellos años no había vehículos ligeros como este triciclo así que Bollée los llamó: voiturette y se convirtió en una marca comercial que obligó a los otros constructores a usar sinónimos para denominar sus vehículos.

De entrada este vehículo atrajo la atención de grupos financieros angloamericanos que estuvieron interesados en el desarrollo de la empresa. Tanto fue así que los automóviles Bollée del siglo XX fueron lujosos pensados para la exportación a Estados Unidos más que a la venta en Francia.

Los ingleses estuvieron muy interesados en la compra de triciclos Bollée en especial por las trabas que había en Gran Bretaña por las leyes dictadas en 1861 y 1865 que reducían la velocidad de los automóviles. La licencia de fabricación fue muy ventajosa para la fábrica de Bollée.

Pero Bollée solía ceder sus desarrollos a terceros con el fin de tener libre su mente para crear. Así que delegaba en otras empresas sus inventos como ocurrió con su primer automóvil de cuatro ruedas que lo construyó la empresa Usines Perfecta de Alexandre Darracq.

Vimos como un pequeño y liviano triciclo francés alcanzó a batir un récord de velocidad en los inicios de la industria automotriz europea. ¿Cuántos de nosotros circularía a más de 30 kilómetros por hora en el triciclo de Bollée? Para aquellos que estén interesados en verlo en vivo y en directo les cuento que el de la fotografía se encuentra en el Museo del Automóvil de Turín, Italia.

La vieja foto fue tomada de la Enciclopedia Salvat del Automóvil, Volumen 3, de 1974, editada en España.

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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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