El camión Leyland cisterna, de la
compañía petrolera BP (British Petroleum), es similar a otras piezas del
catálogo de Matchbox de los años sesenta. La diferencia radica en que pertenece
a la serie Superfast.
Ya hemos visto en esta misma sección sabatina, llamada “Garaje Miniatura”, algunos camiones
Leyland frontales con la cabina Ergomatic. También similares a los camiones AEC (Associated Equipment
Company).
El camión cisterna, con cuatro ruedas
directrices, tenía los colores de la empresa británica BP. En otra entrega de
esta sección vimos un camión grúa Dodge de la misma petrolera. Claro que no de la
serie Superfast.
El camión Leyland se encuentra en muy buen
estado de conservación, pese a las casi 5 décadas, que ha estado conmigo. Desde
que llegó a mis manos, casi con seguridad, de la Librería San Agustín. Esa que
estaba en la misma manzana de mi edificio de la infancia.
Las ruedas parecen no tener desgaste.
Esto seguramente por lo poco jugado, o por haberse deslizado por la colcha de
planchar, escenario de mis juegos de la infancia. Siempre, o casi siempre,
sobre la mesa libro de la cocina de mi casa. El centro social durante mi
infancia.
Esa mesa libro de formica ha sido el
lugar de entrenamiento, aprendizaje y estudio. Porque allí pasaba buena parte
de mi vida en la infancia, en ese edificio del barrio de Recoleta en la ciudad
de Buenos Aires. Ahora en cercanías de la Biblioteca Nacional.
La gran mayoría de los Matchbox de mi
infancia conservan sus cajas originales de cartón. Las conservé, como a los
“autitos de colección”, por el mandato de mis padres. Gracias a ese consejo es
que llegaron hasta el siglo XXI en el estado que se los aprecia en las
fotografías.
Estos Matchbox se han valorizado con el
correr de los años. Tanto que existen coleccionistas en todo el planeta. Lo
bueno de mi caso es que son los que me regalaron siendo un niño y tuve la
suerte de conservarlos en un buen estado.
Como pasa con este camión Leyland, casi
sin deterioros en su pintura, salvo unas pequeñas cachaduras, que atestiguan
que fueron un juguete en los años sesenta. Estimo que debe haber llegado a mis
manos entre los 9 y 10 años de edad.
Ya para esa época me regalaron los
últimos Matchbox de mi infancia. Había otras prioridades en la familia y los
tiempos económicos habían cambiado. Por eso valoro que tuviera el tino de
preservarlos en el tiempo. Eso gracias a que estuvieron guardados por más de 20
años en sus cajas originales.
Los Matchbox fueron una parte importante
de los juegos en mi infancia y a su vez un aprendizaje en el automovilismo. He
conocido vehículos por esos “autitos de colección” que luego descubriría en
películas, series de televisión o revistas especializadas. Fueron unos queridos
compañeros de juegos.
Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de
colección” del “Garaje Miniatura”,
les dejo el enlace con la página donde están todas las notas publicadas hasta
la fecha:
¿Te gustó esta nota? Podés convidarme un
cafecito: https://cafecito.app/archivodeautos
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquellos comentarios que sean anónimos, y que no tengan un nombre, o un nick, o un apodo, como firma, no serán publicados y se los considerará como spam. Se eliminarán comentarios con enlaces publicitarios de cualquier tipo. Los comentarios con insultos o políticos se eliminarán directamente.