Entre todos mis Matchbox de la infancia
está este camión GMC (General Motor Corporation) frontal y con caja volcadora.
Pero no con una caja volcadora común y corriente, sino que elevada. No era para
nada habitual ver un camión semejante en las calles argentinas.
Menos que su cabina se volcara para
darnos acceso a su motor que se encontraba debajo. Así que este camión GMC era
por demás atractivo para un chico de mediados de los años sesenta.
En las fotografías que ilustran esta nota
se puede apreciar el estado de conservación de este camión Matchbox. La verdad
que está en muy buenas condiciones con mínimos detalles en su pintura.
En realidad es un camión volquete. Muchos
años más tarde, en Argentina, conoceríamos vehículos parecidos. En especial los
dedicados a la recolección de residuos industriales. Pero deberían pasar
décadas para verlos en las calles argentinas.
Como siempre está preservado junto con su
caja original. Como llegó a mis manos listo para participar en los juegos de la
infancia. Esos que se desarrollaban, con principal escenario, sobre la mesa
libro del comedor de mi casa.
En el centro neurálgico de mis
imaginaciones y sobre la colcha de planchar. Robada a mi tía abuela. Con esa
base el resto comenzaba a aflorar y la creación se hacía presente. Esa mesa
libro de formica blanca con manchas negras fue parte de ese entrenamiento que
siempre menciono.
Sin los “autitos de colección” Matchbox
de mi infancia no hubiera conocido este camión frontal GMC y otros tantos
autos, camionetas y camiones. Conocí muchos vehículos a través de los Matchbox
antes que verlos en alguna publicación.
Y en algunos casos significó conocer
autos que nunca vería en vivo y en directo. Porque no se produjeron en Argentina
o por ser prototipos que solo tuvieron
un único ejemplar.
Los Matchbox nos abrieron la ventana del
automovilismo a los chicos de los años sesenta y setenta. Nos dieron la
posibilidad de asomarnos a conocer un mundo de vehículos desconocidos en su gran
mayoría, en especial a los chicos de Argentina.
Pero no eran solos esos “autitos de
colección” de la infancia. Era la sumatoria de los Matchbox más las ganas de
jugar e imaginar mundos. Donde esos autos a escala eran los amos y dueños de
nuestros desvelos de la infancia.
Les recuerdo que los Matchbox no eran
autos a escala para coleccionistas. Eran autos a escala para jugar. Nunca
dejaron de ser juguetes para chicos. Ahora que los grandes se interesaran por
coleccionarlos, con el correr de las décadas, es otra historia.
Como las piezas que aparecen sábado a
sábado en esta sección llamada “Garaje
Miniatura”. Autitos de la infancia que guardé luego que dejaran de prestar
sus servicios en los juegos de décadas pasadas.
Pero este camión GMC, tan bien conservado,
es solo un ejemplo de lo sucedido casi 50 años antes. Primero tener la suerte
que mis padres me los regalaran. Segundo por jugar con ellos cuando era niño.
Tercero haber escuchado a mis padres para conservarlos.
Sin esta tercera consecuencia hoy les estaría
mostrando restos de Matchbox de la infancia. Pero hubo unos primeros Matchbox
que soportaron, y sucumbieron, a mis malos tratos de chico. Eran los Matchbox
de guerra que se bancaron el maltrato de la infancia.
Luego vendrían estos, en una segunda etapa,
que llegaron hasta el siglo XXI y ahora se los puedo mostrar a los lectores de
Archivo de autos. Además las sensaciones que despierta el “Garaje Miniatura” son palpables. En especial a través de los
comentarios de los mismos lectores.
Durante el año que está a punto de
comenzar seguiremos conociendo, y recordando, los “autitos de colección” de la
infancia de la mano de esos amados Matchbox. Tendremos la oportunidad de
conocer muchas más piezas guardadas por algunas décadas…
Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de
colección” del “Garaje Miniatura”,
les dejo el enlace con la página donde están todos los enlaces:
Ahora Archivo de autos también está en Waveful:
https://invites.waveful.app/smYP
Mauricio Uldane
Creador y editor de Archivo de autos
https://magic.ly/archivodeautos
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