Jugar con un camión que tuviera su
paralelo en Argentina era muy diferente a lo contrario, para un chico de 7
años. Siempre tener un punto de referencia local tiene otro sabor a la hora de
imaginar juegos. Eso pasaba, en parte, con este camión rojo de la marca Dodge
que era volcador.
Esa trompa uno se la podía encontrar en
alguna calle de Argentina. No era un camión extraño, como esos frontales, a los
que nos tenía acostumbrados el catálogo de Matchbox. El Dodge presentaba una silueta
reconocible, como si fuera de casa.
Han pasado varias décadas como para
recordar los juegos con el camión rojo volcador de la marca Dodge. Pero seguro
que fueron varios sobre la mesa libro de formica blanca con manchas negras. Laminado
que era importado, al menos eso me dijeron de chico.
Una vez la nuera de la patrona de mi
madre se olvidó la plancha caliente encima de la mesa cerrada. El
levantamiento, que no era militar, que produjo sobre el laminado se convirtió
en un pequeño escenario a la hora de jugar.
En especial sin la colcha de planchar y
cuando la mesa estaba plegada en su menor dimensión. Era como un mini escenario
para juegos express. Como esos supermercados que invaden los barrios de la
ciudad. Chicos, pero al alcance de la mano.
Lo mismo con la mesa libro para juegos
rapiditos antes de hacer algo más. Porque a esa edad uno siempre tiene tiempo
para jugar. Además de aprender en la escuela, jugar era la otra gran actividad
de un chico. Por eso el juego es una parte importante de nuestras vidas.
Aunque seamos adultos y pensemos que son
cosas de chicos o de inmaduros. Se ve que nunca vieron un documental de leones
del National Geographic donde los felinos adultos juegan. Si un animal salvaje,
y feroz, juega, ¿por qué dejamos de hacerlo los humanos adultos?
No lo sé, pero sí, sé que ese camión
Dodge debe haber sido fuente de inspiración para situaciones imaginadas en mi
cabecita. Encima era volcador. Un plus a la hora de jugar. Todo Matchbox que
tenía algún tipo de movimiento en su carrocería nos llamaba más la atención.
Tal si se abrían las puertas o giraba una
grúa. Eso activaba nuestros sentidos más imaginativos. De ahí nadie nos paraba
y los Matchbox de la infancia se activaban en todo su esplendor.
O al menos nos parecía a nosotros que
éramos chicos en los años sesenta. Y digo nosotros porque fuimos muchos los que
jugamos con los queridos, y amados, Matchbox. Basta recorrer algunos
comentarios de las notas publicadas en la sección “Garaje Miniatura”.
Incluso algunos ingresaron al
automodelismo de la mano de estos juguetes ingleses. Claro que luego siguieron
por otros derroteros de mayor exactitud en los modelos a escala. Pero para ese
entonces se habían convertido en coleccionistas.
Coleccionistas que también los hay de los
Matchbox. Incluso de modelos que no conocieron cuando eran niños en edad de
jugar con ellos. Como sí me pasó a mí. Y que sin querer, y jugando, se
convirtieron en un aprendizaje. De autos por un lado y de imaginación por otro.
Está bastante bien conservado el camión
volcador de color rojo de la marca Dodge. Es un modelo de mediados de los años
sesenta por el tipo de ruedas y ejes que tiene. Incluso su medio chasis solo
soporta el eje delantero. Los dos ejes traseros están incluidos en la parte
trasera del Dodge.
Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de
colección” del “Garaje Miniatura”,
les dejo el enlace con la página donde están todos los enlaces:
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
Archivo de autos
tiene Internet propia financiada por sus seguidores y por publicidad en este
blog.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquellos comentarios que sean anónimos, y que no tengan un nombre, o un nick, o un apodo, como firma, no serán publicados y se los considerará como spam. Se eliminarán comentarios con enlaces publicitarios de cualquier tipo. Los comentarios con insultos o políticos se eliminarán directamente.