lunes, 22 de junio de 2015

La rural del Regatta: Weekend

Hace dos semanas atrás vimos el Fiat Regatta y muchos seguidores de Archivo de autos recordaron la rural Fiat Regatta Weekend. Hoy veremos esa rural que fabricó la empresa Sevel Argentina (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica) a partir del año 1986 hasta el año 1992.

Fiat Regatta Weekend del año 1986 y es la rural de la gama Regatta presentada ese mismo
año por Sevel Argentina. La fotografía es de un folleto de la empresa Sevel Argentina del año 1986.


Las imágenes que ilustran esta nota corresponden al modelo del año 1986, el primero que conocimos los argentinos. Gracias a un test que le hicieran los periodistas de la revista Su Auto en el año 1988 conoceremos un poco más acerca de esta rural argentina.

La Fiat Regatta Weekend tenía un motor de cuatro cilindros en línea ubicado en forma transversal en la parte delantera y con una cilindrada de 1.498 centímetros cúbicos. La potencia era de 82 CV DIN a 5.500 revoluciones por minuto con un diámetro de los cilindros de 86,4 milímetros y una carrera de los pistones de 63,9 milímetros. Estas últimas medidas nos indican que el motor de la Weekend era del tipo supercuadrado.

Este motor tenía árbol de levas a la cabeza con un carburador de doble boca y el encendido era del tipo electrónico. Según Raúl Pellegrino, periodista de la revista Su Auto, la elasticidad del motor era notable. Para llevarlo “alegre” era necesario no dejar que decayera de las 3.000 vueltas, pero se lo podía sacar en segunda, o tercera, de un semáforo, muy despacio, sin que el motor se calara.

Lo otro notable del motor era la velocidad final, en especial teniendo en cuenta su cilindrada. Según las pruebas de Su Auto la velocidad máxima estaba en el orden de los 178,217 kilómetros por hora con viento a favor y cuarta velocidad. En quinta, con viento a favor se lograron 174,757 kilómetros por hora. En cambio con viento en contra los valores para la cuarta y quinta velocidad eran: 157,894  y 151,260 kilómetros por hora respectivamente.

El portón trasero abierto del Fiat Regatta Weekend de 1986 y también vemos con bajaba una
parte del paragolpes trasero. La fotografía es de un folleto de la empresa Sevel Argentina del año 1986.
Lo que sorprendió a Pellegrino era ver la aguja del tacómetro llegar a 7.000 revoluciones por minuto en un auto de calle cuando circulaba a casi 180 kilómetros por hora. Eso para él era solo posible encontrarlo en autos de competición hasta unos años antes. Por otra parte la exactitud del velocímetro era para destacar. Marcaba 180 cuando se alcanzó la velocidad máxima, según el test de la revista argentina.

Como pasa con los vehículos de dos volúmenes, que derivan de uno de tres, es que se logra un mejor diseño de líneas. Esto también pasaba con la Regatta Weekend. Además presentaba una gran capacidad de carga que alcanzaba los 1.175 decímetros cúbicos con el asiento trasero rebatido. El largo de la Weekend era de 4.267 milímetros con un ancho de 1.650 milímetros, una altura, en vacío, de 1.450 milímetros y una distancia entre ejes de 2.455 milímetros.

A diferencia de su hermano berlina la rural montaba neumáticos de 14 pulgadas de la medida 165/65 HR 14, que según fábrica, había que usar con una presión de 33 libras por pulgada. Para ese momento se trabajaba en prototipos de Weekend con llantas de 13 pulgadas y los frenos del Regatta 2000.

El consumo arrojó cifras buenas y eso se lograba, en parte, por el bajo coeficiente de penetración de Cx 0,34. En ciudad se lograba recorrer 9,9 kilómetros con un litro de combustible o gastar 10,1 litros para caminar por espacio de 100 kilómetros. En ruta a 90 kilómetros por hora se lograba recorrer 100 kilómetros con solo 7 litros y a 120 kilómetros por hora subía a 7,8 litros para la misma distancia.

El asiento trasero rebatido de la rural Fiat Regatta Weekend de 1986.
La fotografía es de un folleto de la empresa Sevel Argentina del año 1986.
La aceleración no era para nada mala para un motor de 1,5 litros y para un auto del segmento familiar: 11 segundos con 9 décimas  de 0 a 100 kilómetros por hora. La peor marca lograda por los periodistas de la revista Su Auto fueron 12 segundos y 4 décimos, para la misma velocidad final.

Cinco pasajeros podían viajar cómodos en la Fiat Regatta Weekend y el equipaje transportado se veía beneficiado por la posibilidad de bajar parte del paragolpes trasero para facilitar la carga de los bultos. Además una cortina cubreobjetos mantenía alejada la vista de extraños de los elementos transportados.

La caja de velocidades de cinco marchas, en esta serie del año 1988, había sido mejorada con una selectora de forma de doble “T”. Se volvió más precisa y suave con una muy buena relación con respecto al torque del motor. De ahí la elasticidad que hablamos antes y la posibilidad de hacer “animaladas” con las velocidades desde el arranque de cero.

El tablero contaba con velocímetro con odómetros total y parcial, tacómetro, medidor de aguja para el nivel de combustible y temperatura, el resto eran luces testigo. También existía la posibilidad de ajustar la altura del volante, como se aprecia en una de las fotografías que ilustran esta nota. En las puertas delanteras había levanta vidrios eléctricos y la radio con pasacasete era digital. También en el tablero había un reloj analógico.

Vista del tablero y la posibilidad de regular en altura el volante del Fiat Regatta Weekend de
1986. La fotografía es de un folleto de la empresa Sevel Argentina del año 1986.
 El limpiaparabrisas era de dos velocidades con intermitente y el lavaparabrisas era de accionamiento eléctrico. Tres plafoniers iluminaban el habitáculo y en el techo una consola tenía una luz tipo spot orientable. Dos espejos retrovisores externos nos servían para saber qué pasaba detrás de nosotros además del clásico retrovisor interno colgado del techo. Como se puede apreciar el equipamiento interno de la Weekend era completo y esto se sumaba a la cómoda posición de manejo.

La ausencia de ruidos internos le llamó poderosamente la atención al periodista Raúl Pellegrino, de la revista Su Auto, no era habitual eso. Sino una sumatoria de ruidos internos, que en una rural se magnificaban por el espacio interno. La gran cantidad de plástico usando en los interiores de los automóviles eran los responsables de esos molestos “quejidos” del tablero y demás partes del habitáculo. Eso en la Fiat Weekend del año 1988 no se oía.

Muchos seguidores de Archivo de autos comentaron sus buenas experiencias con la Regatta Weekend y como un homenaje a esos servicios prestados es que me decidí a escribir esta nota. También en parte como complemento de la nota del Fiat Regatta 85 y Regatta 100 S que vimos hace poco tiempo.

Las fotografías fueron tomadas de un folleto de la empresa Sevel Argentina y estimo que es del año 1986, porque la empresa me lo envió en el año 1987. Así que por ahí está la fecha. Como diría un historiador: circa 1986. Ese folleto es otra de las piezas gráficas que ilustran a diario las notas que salen publicadas en este sitio llamado Archivo de autos, que se dedica a los viejos autos que supimos conseguir.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos



Archivo de autos es armado en un ciber por falta de recursos económicos ya que no cuenta con financiación de ningún tipo.

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