En 1935
se construyó con el apoyo del conde Carlo
Felice Trossi con un motor radial
de 16 cilindros refrigerado por aire
y que no participó en ninguna carrera.
No hubo ganadores este mes.
El auto de carrera Mónaco-Trossi del 1935 con motor de avión. |
Augusto Mónaco nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 15 de marzo de 1903. Hijo de inmigrantes italianos estudió en la Universidad de Buenos Aires donde se
graduó de ingeniero mecánico y en el año 1926
se instaló definitivamente en Italia.
Durante el año 1935
desarrolla su proyecto más osado que fue el Mónaco-Trossi un Fórmula 1
para correr en los circuitos europeos. En un principio contó con el apoyo
financiero de Giovanni Agnelli,
dueño de la FIAT, pero ante las
pruebas negativas del automóvil de carreras con motor radial de 16 cilindros, abandonó el proyecto.
El auto de carreras desarrollado por Augusto Mónaco contaba con un motor
radial de 16 cilindros, que era de un avión, de cuatro litros de cilindrada con una potencia de 250 CV que estaba sobrealimentado por
dos compresores Zoller y
carburadores Zenith y el peso era de
710 kilogramos.
Ante la salida de Giovanni Agnelli del proyecto, Mónaco, buscó el apoyo de su amigo
el conde Carlo Felice Trossi, que
continuó con la financiación del proyecto de este Fórmula 1 con motor de avión.
Pero los problemas siguieron. Se inscribió el auto de carreras en el Gran Premio de Monza del año 1935 pero
no logró participar de la competición porque la mala distribución de pesos, 75% adelante y 25% atrás que lo hacían ingobernable en la pista.
Otro motivo era la elevada temperatura que alcanza
el motor que llegaba a fundir las bujías.
Pese a tener tracción delantera la conducción era difícil y por eso es que el
constructor, Mónaco, decide no correr la carrera en Monza. El ingeniero Giulio Aymini colaboró en la
construcción, del chasis y la carrocería, de este auto que llegaron a bautizar
como el avión sin alas.
Así es como en el día de hoy, y luego que la condesa Lisetta, viuda de Trossi,
donara el auto de carreras de Mónaco al Museo del Automóvil Carlo Biscaretti di Ruffia de Turín, donde se lo puede observar, como en la
fotografía que consiguió el incasable investigador de la red, Alejandro Ochnio. La foto y los datos
de esta nota fueron tomados de la revista Parabrisas
número 427 de mayo de 2014, que se puede encontrar en Internet.
¡Feliz Año
Nuevo para todos!
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Archivo de
autos es armado en un ciber por falta de recursos económicos ya que no cuenta
con financiación o publicidad de ningún tipo.
magnifico aparato.
ResponderBorrares un raro intento y la verdad es que me confunde un poco, me gustaría entender cómo funcionaba ese motor.
por lo que sé, el motor radial propiamente dicho, el que se usaba en los aviones, sólo admite configuraciones de cilindros impares, es decir un cilindro maestro y 2 o 4 o 6 cilindros adicionales, lo que da 3 o 5 o 7 cilindros por cada estrella.
se pueden colocar estrellas en fila lo que multiplica la cantidad de cilindros, por ejemplo 3 estrellas de 7 cilindros = 21 cilindros en total.
pero no imagino un motor de 16 cilindros. aunque esté en varias estrellas, nunca da un valor de cilindros impares.
quizás no sea una estricta estrella sino en forma de "signo más" (no sé cómo se llama esta configuración) o alguna otra que hayan inventado los italianos.
de todos modos, hubiera sido muy interesante conocerlo por dentro.
lástima la refrigeración, los cilindros de más atrás se ven penalizados con menos aire. en los aviones esto no es tanto problema porque la hélice les da viento de sobra pero en un auto las velocidades son menores.
hoy en día lo hubieran solucionado forzando ventilación con un par de electroventiladores, pero es claro que no siempre hubo de esos cosos.
insisto: es una hermoso intento, casi diría poético, artístico.