La empresa SIAM (Sección Industrial de Amasadoras
Mecánicas) tuvo su inicio en el año 1910 y fue fundada por el ingeniero
Torcuato Di Tella, en sociedad con los hermanos Allegrucci, para fabricar
amasadoras mecánicas destinadas a las panaderías. Ese fue el inicio de una
empresa metalúrgica que llegará a producir un automóvil argentino emblemático:
el Siam Di Tella 1500.
Hoy veremos cómo fue la historia de la producción
del Di Tella y porqué terminó mal. Pero volvamos a los inicios de la empresa
SIAM cuando arrancó como una pequeña empresa que se abocó a la fabricación de
amasadoras mecánicas de pan, porque una ordenanza de la municipalidad de la
ciudad de Buenos Aires, prohibió el amasado a mano.
Con el correr de los años volcarían la producción
hacia las heladeras eléctricas, las famosas Siam de la palanca con bochita, que
comenzarían a aparecer en los hogares de los argentinos con el advenimiento del
primer gobierno peronista. Más tarde sería el turno de las motonetas Siambretta,
hoy les dicen “scooter”, que se fabricaron bajo licencia de Lambretta de
Italia, y que también están íntimamente ligadas a los primeros años del
gobierno de Juan Domingo Perón.
Con el advenimiento del Régimen de Promoción
Automotriz, que fuera creado por el Decreto 3693 del 25 de marzo de 1959, se
crea la empresa Siam Di Tella Automotores con la intención de fabricar
automóviles bajo la licencia de la
BMC (British Motor Corporation).
El viernes 6 de noviembre de 1959, en los salones
del ACA (Automóvil Club Argentino) de la ciudad de Buenos Aires, es presentado
al periodismo especializado el Siam Di Tella 1500, que la empresa Siam Di Tella
Automotores comenzará a fabricar en su planta de Monte Chingolo de la provincia
de Buenos Aires.
En la exposición el presidente de la empresa
Haroldo R. G. Clutterbuck informó que el lunes 9 de noviembre comenzaría a
venderse el Siam Di Tella 1500. Pero se vendieron los autos sin tenerlos.
Recién en abril de 1960 saldrían las primeras 38 unidades. Mientras tanto los
compradores se agolpaban para adquirir una unidad del nuevo automóvil
argentino. Esto sucedió en base al prestigio que tenía la marca Siam para los
argentinos.
El 2 de abril de 1960 sale de la planta de Monte
Chingolo la primera unidad del Di Tella 1500. Este automóvil derivaba
directamente del Austin A-55 de la
BMC. En el transcurso del año 1960 la empresa Siam Di Tella
Automotores produjo 4.102 unidades, para el año siguiente la cifra treparía a 14.082
unidades. El Di Tella comenzaba a ser un éxito entre los usuarios.
El Di Tella 1500 comenzaba a inmortalizarse como el
taxi porteño por excelencia. Las cualidades de la nobleza y la dureza de sus
partes mecánicas eran sus mejores cartas de presentación. Más allá sin nos
gusta más o menos su carrocería es innegable que la excelencia mecánica era
imbatible.
La primera hermana utilitaria del Di Tella 1500 fue
la pick-up o camioneta Argenta en su primera versión que derivaba del Austin
A-50. Para el año 1963 sería reemplazada por la segunda versión con la misma
carrocería del Siam Di Tella 1500 y de paso convertirse en un modelo exclusivo
del mercado argentino, sin paralelo en Gran Bretaña. Durante la década del
sesenta se presentaron la rural Traveller y el Magnette 1622 con mayor cilindrada
y potencia, en búsqueda de otro segmento del mercado automotor argentino.
En un principio los principales competidores de
Siam Di Tella Automotores eran IKA (Industrias Kaiser Argentina SA) y Fiat
Concórd, pero con la aparición del Decreto 6567 del 3 de agosto de 1961, las
cosas se complicaron. El decreto autorizaba a las empresas que solo habían
elegido fabricar vehículos utilitarios a producir automóviles. Así las tres
grandes estadounidenses, Ford-General Motors-Chrysler, comienzan a presentar
sus autos compactos. En febrero de 1962 parecen el Ford Falcon y el Valiant y
en abril el Chevrolet 400. En el año 1961 Siam era la segunda productora de
automóviles detrás de IKA, a partir de este momento comenzarían los problemas.
Uno de los escollos más insalvables era que Siam Di
Tella Automotores no cumplía con las normas de integración de autopartes que
exigía el Régimen de Promoción Automotriz. El otro problema era que su planta
automotriz no estaba al 100 por ciento en sintonía con la producción de
vehículos y solía tener faltantes que dificultaban la continuidad de la
fabricación de sus autos.
La falta de experiencia de la gente de Siam en la
industria automotriz les jugó en contra. La cadena de producción de heladeras,
maquinarias o motores eléctricos no es igual que la cadena de montaje de una
fábrica de automóviles y la falta de un detalle hace que el auto no esté
completo. Pero lo más grave que ante la falta de una autoparte la línea de
montaje se puede parar. Ahí las consecuencias son mucho más graves.
Por eso no solo hay una causa para que un producto
tan noble como el Siam Di Tella 1500 terminara tan mal. La aparición de los
autos compactos llegados desde Estados Unidos atomizó el mercado automotriz,
amén de que estas empresas contaban con un apoyo financiero externo que la
empresa Siam Di Tella no tenía.
Pero las ventas eran buenas y tanto era así que
para septiembre de 1964 se presentó a los concesionarios de Siam Di Tella
Automotores el Morris 1100 con el fin de fabricarlo en el país. Una manera de
modernizar la producción y en la búsqueda de otros segmentos del mercado local.
Pero los problemas financieros nunca dejaron de estar presentes.
Haroldo Clutterbuck comenzó a acercarse a los
directivos de IKA y en marzo de 1965 firmaron un acuerdo de complementación
industrial. Ese fue el principio del fin de la Siam Di Tella Automotores.
El acuerdo se cerró en las áreas de fundición, herramental y matricería.
Mientras tantos los directivos franceses de la Régie Nationale
des Usines Renault, que ya estaban dentro de IKA, avisaron de las negociaciones
con Siam. Al poco tiempo la empresa IKA compraba el 65% de las acciones de la Siam Di Tella Automotores
y adquiría un dolor de cabeza y una sumatoria de problemas financieros que se
convertirían en el mayor escándalo de la industria automotriz argentina.
IKA compró una empresa que no funcionaba
correctamente, y que algunos sostienen que nunca funcionó como debía por
algunos de los motivos expuestos. Además las expectativas generadas en el
mercado los desbordaron y se sobredimensionaron sin poder cumplir con las
condiciones impuestas en el mercado automotriz dado el bendito Régimen de
Promoción Automotriz.
Los vehículos que fabricaba
la empresa CIDASA en la planta de Monte Chingolo desde el año 1966. Fotografía de la revista Coche a |
Incluso luego que IKA se hiciera cargo de Siam Di
Tella Automotores la justicia argentina comenzó a allanar depósitos donde
encontraron repuestos que la empresa había ingresado al país sin cumplir con el
Régimen de Promoción Automotriz. Lo que le dicen contrabando de autopartes
desde Gran Bretaña o algo parecido. Un verdadero escándalo.
Por esta situación es que IKA decide darle un
cambio y crea CIDASA (Compañía Industrial de Automotores SA). También saca la
marca Di Tella de todos los modelos desde marzo de 1966. Así el Siam Di Tella
1500 pasó a llamarse Riley, la
Di Tella Traveller (rural) se llamó Morris Traveller y el
Magnette 1622 simplemente MG. La
Argenta también mutó a Riley.
IKA aprovechó la planta de Monte Chingolo para
fabricar el camión liviano Jeep Frontal que fue presentado entre los modelos de
autos de la ex Siam Di Tella. Pero los problemas no se harían esperar. Para
inicios del año 1967 los problemas financieros eran muy graves. Tanto era que
se entregaba autos cero kilómetro en forma de pago a los proveedores.
Marzo de 1967 es la época que vio salir las últimas
cinco unidades de la rural Morris Traveller y el fin anunciado en dos años
antes era un hecho. La vida de la empresa Siam Di Tella Automotores tuvo una
corta vida, que va del año 1959 hasta el año 1967, si tomamos la asociación con
IKA y posterior compra por parte de esta última empresa radicada en la
provincia de Córdoba.
La vida de la madre del Siam Di Tella 1500 fue
corta, pero la leyenda del Di Tella llegó hasta nuestros días, por eso me
pareció interesante contar un resumen de cómo sucedieron los hechos, o por lo
menos un acercamiento a la comprometida situación financiera de la Siam Di Tella Automotores.
Que siguió su vida en otros rubros, pero que nunca logró recuperarse del
traspié de fabricar automóviles.
Por su parte IKA tuvo a mano el Torino para “tapar”
el caso Siam. El público olvidó, en parte, la metida de pata que casi le cuesta
la quiebra. El imperio que había logrado de la mano de su presidente James
McCloud, y que lograra llegar a vender el 80% de los autos que se producían en
Argentina. Pero los franceses de la Régie Nationale des Usines Renault ya lo tenían
en la mira y a mediados del año 1967 tomaron el control de IKA que pasa a
llamarse IKA-Renault.
Tal vez todo esto serviría para escribir una novela
de intrigas empresariales y de cómo se puede construir un imperio industrial y
perderlo todo por los vaivenes económicos y las influencias externas sumadas a
las apetencias económicas de un potencial mercado automotriz local. Creo que
todo el caso Siam fue una gran sumatoria de cosas y seguramente hay muchos más
datos que están dando vueltas. Pero como un acercamiento es algo para entender,
un poco, que pasó con el glorioso Siam Di Tella 1500, que sobrevivió a sus
fabricantes y pese a todo se convirtió en una leyenda para el mercado
automotriz argentino.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Excelente nota como siempre.
ResponderBorrarY cosas muchas que no sabía.
Gracias
Muchas gracias por el elogio y por la lectura de la nota.
BorrarSaludos.