lunes, 3 de marzo de 2014

El Isabella de Borgward

El Borgward Isabella primero se importó desde Alemania donde se lo fabricó desde 1954 hasta 1961. Año donde quiebra la empresa Carl F. W. Borgward GmbH de Bremen, Alemania. En Argentina se lo comenzó a fabricar en el año 1960 por la empresa Dinborg SA.

Borgward Isabella de 1960. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.


Los primeros Isabella arribaron a mediados de la década del ’50 y supieron participar en la categoría Turismo Mejorado (TM) y llevaban la marca Borgward-Hansa. A partir de la reforma al régimen de la industria automotriz el Borgward Isabella se comienza a fabricar en Argentina por la empresa Dinorg SA, que era el resultado de la asociación de la empresa estatal DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas) y de Borgward Argentina SA.

DINFIA era la empresa que fabricaba las camionetas Rastrojero, por citar algunos de los vehículos que producía. Borgward Argentina se dedicaba a la producción de motores, cajas de cambio y velocidades y diferenciales. Además en ese año comenzó con la fabricación de un camión frontal denominado Borgward B-611.

Cola del Borgward Isabella de 1960. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.

El Isabella era un sedan dos puertas con una cilindrada de 1.493 centímetros cúbicos con una potencia de 60 CV DIN a 4.100 revoluciones por minuto y una compresión de 7:1. El diámetro de los cilindros era de 75 milímetros y la carrera de los pistones de 84,5 milímetros. El motor era de cuatro cilindros en línea ubicado adelante y con tracción trasera.

El modelo de Isabella que se fabricó en Argentina corresponde a la versión alemana de 1959 a 1961. Los anteriores modelos, de 1954 a 1958, tenían diferencias con esta versión, pero solo en detalles, mecánicamente eran similares.

Interior y tablero del Borgward Isabella de 1960. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.

La caja de velocidades era de cuatro marchas adelante, todas sincronizadas, y retroceso. La palanca de cambios se ubicaba en la columna de dirección. Las relaciones de las diferentes marchas eran las siguientes: primera, 3,86:1; segunda, 2,15:1; tercera, 1,36:1; cuarta, 1:1 y marcha atrás 4,06:1. El embrague era monodisco seco con mando hidráulico.

La dirección era tipo Gemmer y la marca era ZF. Eran necesarias 3,7 vueltas del volante para girar el volante de derecha a izquierda y viceversa. El diámetro de giro era de 11 metros. El volante presentaba un aro que servía para accionar la bocina, algo muy habitual en los automóviles en aquellos años.

Parte trasera del Borgward Isabella de 1960 con su tapa de baúl abierta. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.

Los frenos eran a tambor en las cuatro ruedas. Las campanas delanteras tenían dos pistones, mientras que las traseras uno solo. El tamaño de las campanas era de 230 milímetros y su área de frenado de 744 centímetros cuadrados. El freno de mano, o estacionamiento, era de accionamiento mecánico mediante una palanca ubicada debajo del tablero del Borgward Isabella.

La suspensión delantera era independiente con trapecio deformable transversal compuestos de dos brazos triangulares, donde el superior era menor tamaño que el inferior. Completaban el sistema de suspensión resortes helicoidales que dentro de su interior se alojaba los amortiguadores hidráulicos.

Interior del baúl con las herramientas y neumático 
de auxilio del Borgward Isabella de 1960. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.

También la suspensión trasera era independiente, pese a tener tracción trasera. Dos semi-ejes eran los encargados de transmitir la tracción a las ruedas traseras. Ambas cañoneras se articulaban con el diferencial y en su interior se ubicaban los palieres. Dos brazos longitudinales era los encargados de contrarrestar las reacciones de aceleración y frenado. Dos resortes helicoidales, junto a la misma cantidad de amortiguadores hidráulicos era la suspensión trasera, que iban sujetos a un soporte transversal.

La carrocería del Isabella era autoportante contando con dos falsos chasis para soportar el motor y el tren delantero y otro para el tren trasero. Técnicamente era una berlina de dos puertas con capacidad de 5 a 6 pasajeros. En caso de adultos, 6 ocupantes, en viajes largos no tendrían toda la comodidad deseada. Recordemos que al ser un dos puertas el asiento delantero estaba partido al medio para poner rebatirlo, para el ingreso a las tres plazas traseras.

Motor del Borgward Isabella de 1960. 
Foto de la revista Parabrisas de febrero de 1961.

En el baúl se alojaba la rueda de auxilio en una trampa en el interior del piso, tal como se ve en la fotografía adjunta. También en el baúl venían las herramientas provistas por el fabricante que eran un juego de llaves, destornillador, engrasador, medidor de presión de aire (para los neumáticos), lámpara portátil, martillo, pinza y opcionalmente podía venir un rollito alambre de fardo de 2 milímetros. Esta última “herramienta” pinta cómo eran los autos de los años ’60, se los podía “arreglar” con un pedazo de alambre. ¿Imaginan esta “herramienta” en el baúl de un automóvil del siglo XXI? Creo que ni en las mentes más afiebradas cabe esa imagen.

Las dimensiones del Borgward Isabella eran las siguientes: largo, 4400 milímetros; ancho, 1760 milímetros; alto, 1500 milímetros; distancia entre ejes, 2600 milímetros; trocha delantera, 1346 milímetros y trocha trasera, 1370 milímetros. El peso en vacío era de 1.050 kilogramos y el peso total admisible era de 1.415 kilogramos. La capacidad del tanque de nafta era de 47 litros que le permitían una autonomía de 500 a 520 kilómetros. El consumo de combustible, según la fábrica, era de 9,1 litros cada 100 kilómetros recorridos. La velocidad máxima era de 130 kilómetros por hora y la de crucero era de 100 kilómetros por hora.

Lamentablemente la empresa Carl F. W. Borgward GmbH tuvo problemas financieros que no pudo superar y en el año 1961 cerró definitivamente sus puertas. Pese a que en Argentina la marca Borgward se mantuvo sin problemas, de hecho la empresa Borgward Argentina mantuvo su nombre por décadas, pero solamente en el país, en el resto del mundo la marca desapareció. Hubo un intento en México de fabricar el Borgward Isabella y el Borgward P 100 por parte de Fanasa (Fábrica Nacional de Automóviles, S.A.) entre los años 1967 y 1971.

Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos



Archivo de autos es armado en un ciber por falta de recursos económicos, no por una política editorial.

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