sábado, 21 de abril de 2012

El Fiat 850, un 600 grande

El Fiat 850 debía aparecer, según Fiat Auto SpA, en el mercado italiano a mediados del año 1964. Pero una infidencia de una revista especializada de Italia, en febrero de ese año, obligó a la empresa turinesa a adelantar la presentación del nuevo modelo. Desde mayo de 1961 que la empresa Fiat (Fabbrica Italiana di Automobili Torino) no presentaba un nuevo modelo al mercado.

Fiat 850 de 1964. Foto de la revista Parabrisas 
número 46 de septiembre de 1964.


El 850 era más largo que el 600 con más trompa, que proporcionaba un baúl más grande, con una buena capacidad de carga. Además el tanque de nafta estaba ubicado atrás, sobre el diferencial. El motor también era trasero, como en el 600. El 850 tenía una mayor distancia entre ejes.

El motor era de 843 centímetros cúbicos con una potencia de 34 CV DIN o 40 HP SAE a 5.000-5.300 revoluciones por minuto y una compresión de 8:1 para usar con nafta común. En un principio la gente de Fiat pensaba el 850 con una sola puesta a punto de 8,8:1 de compresión, para ser usado con nafta especial. Pero resulta que en Italia de mediados de los sesenta había nuevos impuestos fiscales que gravaban la nafta especial y los autos nuevos.

 Perfil izquierdo del Fiat 850 de 1964. Foto de la revista Parabrisas
número 46 de septiembre de 1964.

La otra puesta a punto era con una potencia de 37 CV DIN o 42 HP SAE a 5.100-5.300 revoluciones por minuto con la compresión de 8,8:1. Así Fiat ofrecía el 850 con dos compresiones diferentes según la nafta a usar en el mercado italiano.

La caja de velocidades era de cuatro marchas tipo Porsche con embrague monodisco seco a diafragma. Las velocidades máximas de cada marcha eran 30 kilómetros por hora, 55 kilómetros por hora, 85 kilómetros por hora y 120 kilómetros por hora para nafta común y 125 kilómetros por hora para nafta especial.

Vista del interior del Fiat 850 de 1964. Foto de la revista Parabrisas
 número 46 de septiembre de 1964.

Las suspensiones eran independientes en las cuatro ruedas. Adelante presentaba un elástico transversal con brazos triangulares. Atrás ejes oscilantes y brazos triangulares de guía. Además tenía resortes helicoidales. También traía barras estabilizadoras adelante y atrás.

El habitáculo ofrecía un mejor sistema de calefacción con radiador y ventilador eléctrico. El tablero era similar al del 600 y estaba acolchado con ventiletes circulares orientables.

El bául del Fiat 850 de 1964. Foto de la revista Parabrisas
 número 46 de septiembre de 1964.
Las dimensiones eran las siguientes: largo 3.575 milímetros, ancho 1.425 milímetros, alto 1.385 milímetros, distancia entre ejes 2.077 milímetros, contra los 2.000 milímetros del 600, trocha delantera 1.146 milímetros y trocha trasera 1.211 milímetros. El peso con líquidos era de 670 kilogramos. La carga útil de 400 kilogramos. El rodado 5.50 x 12 y el tanque de combustible con una capacidad de 30 litros.

Durante más de un año Fiat probó el 850 en varias partes del mundo, una de ellas fue la Patagonia Argentina. Al 850 se le hicieron un millón de kilómetros para aprobar su funcionamiento. Cuando presentaron el auto en un castillo a unos 60 kilómetros de Turín hicieron, con los periodistas acreditados, un micro test. Cada auto tenía una larga antena que trasmitía al castillo, a un tablero, las acciones cometidas en cada uno de los autos. La electrónica empezaba a meter las narices en los autos de los ’60. Hoy está sentada de copiloto.

Las gracias de siempre a Julián Pérez y su invalorable ayuda para este blog de autos viejos.

Mauricio Uldane


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