El año pasado, Gustavo Feder, presentó en
Expo Auto Argentino el primer tomo de su historia de la industria automotriz argentina.
En el mismo ámbito presentó la segunda parte de esa historia que abarca el
período de 1959 a 1979, año que se abre la importación de vehículos en
Argentina.
El volumen II se titula “Un siglo de autos argentinos. De la
promoción a la reconversión automotriz: fábricas de capital nacional”. Es decir
que el libro aborda las automotrices de capital nacional que produjeron bajo
licencias extranjeras y a las pequeñas empresas nacionales que fabricaron
vehículos de diseño argentino con motorización extranjera.
Los productores de autos de fuera de
serie no quedan excluidos de esta obra. Las décadas de los años sesenta y
setenta fueron ricas en materia de vehículos producidos localmente con bajas
series. Gustavo Feder nos lleva de recorrido por esas marcas y modelos, algunas
de las cuales marcaron un hito dentro de la historia automotriz argentina.
Tal vez SIAM Di Tella Automotores sean la
que más presente esté, aún en el siglo XXI, en la memoria de muchos argentinos.
Pero esa explosión de marcas y modelos, producto del cambio de la legislación
imperante en materia de producción de vehículos, es la que posibilitó el
florecimiento de empresas en muchas partes del país.
El decreto 3693, promulgado el 25 de
marzo de 1959, que estableció el Régimen de Promoción de la Industria
Automotriz abre la puerta a ese cambio en la industria automotriz argentina.
Feder nos cuenta cómo esa nueva promoción producirá un efecto en la economía
argentina que marcará un cambio notable en el país.
Así comenzarán a llegar marcas como Auto
Union-DKW, BMW, SIMCA (Societé Industrielle de Mécanique et de Carrosserie Automobile),
Heinkel, Isard, Studebaker, Fuldamobil, Messerschmitt o Maico. Eso sumado a
marcas locales que aparecieron gracias a ese cambio en la legislación.
El tema fue lo ambiguo del texto que permitió importar
vehículos completos y solo cambiarles el logo. Así se comercializaban
localmente casi sin integración de autopartes. Algunas empresas llegaron a
traer el vehículo armado y ofrecido como producido localmente, en otros casos
se lo traía desarmado y se lo ensamblaba en el país.
Pero el problema que se encontraron estos emprendimientos
fue la integración de autopartes nacionales. Esto era progresivo a lo largo de
los años y fiscalizado por la Secretaría de Industria y Comercio. La mayoría de
las pequeñas empresas no lograron cumplir con las metas de integración, y de
producción, que también debía estar estipulada para los años venideros.
El financiamiento fue clave a la hora que las empresas
automotrices nacionales se mantuvieran en el mercado interno argentino. Las
pequeñas rápidamente sucumbieron, las medianas lograron algo más de vida y las grandes
de capital extranjero se quedaron con el mercado. Gustavo Feder a lo largo de
las páginas nos va contando la cantidad de pequeñas automotrices que hubo en
esos años de explosión automotriz.
Algunas marcas el lector las descubrirá con la lectura,
otras, tal vez, las conozca, pero lo cierto que este trabajo de investigación y
recopilación que está presentado Gustavo Feder es una obra importante. Tanto
que se convertirá en material bibliográfico de consulta permanente.
Particularmente ya he usado datos de este segundo volumen
para una nota publicada en Archivo de autos. Es una obra para tenerla a mano
para evacuar cualquier duda, o confirmar un dato que no está del todo claro. Y
todavía no ha terminado…
Al final de este segundo volumen el propio Gustavo Feder
promete un tercer volumen donde se hablará de las grandes automotrices
estadounidenses y europeas. Veremos cuándo es presentado en sociedad. Tengo el
conocimiento que ese volumen ya está escrito por completo.
Cada capítulo de esta obra, al igual que la primera
parte, se cierra con imágenes de los distintos vehículos que se mencionaron en
el texto anterior. Una manera de poner en imagen esos autos, que en algunos
casos no llegaron a verse circular por las calles argentinas. Ya que no pasaron
de ser un mero prototipo, o se fabricaron muy pocas unidades.
Para el final dejé el agradecimiento al autor por el uso
de material tomado del blog de Archivo de autos. Para mí es un honor formar
parte de este segundo volumen. Lo que se dice una contribución a dar a conocer
la historia de la industria automotriz argentina. El lector descubrirá cuál fue
ese aporte…
Como siempre el agradecimiento a Gabriela Tenner y
Claudio Castro por facilitarme los libros fierreros que publican con tanta
pasión y entusiasmo. Su trabajo como editores que están haciendo, en rescatar
la historia de la industria automotriz argentina, está dejando una marca en el
mundo de las editoriales en Argentina.
Ficha literaria
Título: “Un siglo de autos argentinos. De
la promoción a la reconversión automotriz: fábricas de capital nacional”
Autor: Gustavo Feder
Primera edición: marzo de 2019
Editorial: Lenguaje claro Editora
Páginas: 280
Tamaño: 15 centímetros de ancho x 23 centímetros de alto
ISBN: 978-987-3764-34-9
Precio: $ 520 (junio de 2019)
Dónde comprarlo: https://www.lenguajeclaro.com/producto/un-siglo-de-autos-argentinos-de-la-promocion-a-la-reconversion-automotriz-fabricas-de-capital-nacional/ o al 15-5874-3077
Para los interesados en conocer algo más
de la primera parte de esta obra sobre la industria automotriz argentina les
dejo este enlace: https://archivodeautos.blogspot.com/2018/05/un-siglo-de-autos-argentinos.html
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
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