martes, 13 de febrero de 2018

Daihatsu Charade eléctrico

Una nueva sección llega a la Temporada 2018 de Archivo de autos: “Test extranjero”, donde conoceremos pruebas de automóviles extranjeros y también de algunos modelos que se importaron a Argentina. La sección la inaugura el Daihatsu Charade eléctrico del año 1982.
 
El Daihatsu Charade Electric.

En la nota de la revista Su Auto, medio periodístico que le realizó la prueba, no se menciona si esta versión eléctrica del Charade se llegó a comercializar en Argentina. O solo se trajeron algunas unidades para ser testeadas por la prensa especializada del país.

A simple vista este Daihatsu Charade solo se diferenciaba de su hermano naftero por una leyenda en la parte baja de los laterales. “Electric Charade” rezaba esa leyenda. Claro salvo que miráramos dentro del habitáculo y nos encontráramos que las plazas traseras no existían.

En ese lugar estaban ubicadas las 8 baterías del tipo de acido-plomo que acumulaban la energía para el motor tipo DC Shunt con una potencia de salida de 14 kilowatts por 90 volts. El torque máximo de este motor eléctrico era de 4,5 kilográmetros a 3.380 revoluciones por minuto.

El controlador era del tipo THC con un voltaje nominal de 90 volts. Las baterías tenían una capacidad de 135 amperes por 5 horas y el total del voltaje era de 96 volts. Si bien la velocidad máxima era de 75 kilómetros por hora lo indicado era no superar los 40 kilómetros por hora.

El vano motor.

Esto porque el consumo de electricidad era notable al acelerar de más el Charade eléctrico. Contaba con una notable aceleración que devoraba mucha electricidad. Además la autonomía era de solo 75 kilómetros, ya que estaba pensado como un automóvil de uso urbano. Recordemos que encima no tenía disponible el asiento trasero.

Lo curioso que tenía caja de velocidades de tres marchas hacía adelante y marcha atrás, como un automóvil convencional a nafta. Otra diferencia era que la tapa del tanque de combustible ocultaba el enchufe para alimentar las ocho baterías.

Desde allí se podía conectar, mediante un transformador de 12 volts, a la red eléctrica domiciliaria. El tema de la recarga era que en media hora podía recuperar el 80% de la carga de las baterías. Pero una carga completa requería de 6 a 8 horas con lo cual esta acción se hacía por la noche.

El Charade eléctrico estaba pensado para desplazarse dentro de un ámbito urbano a 40 kilómetros por hora donde no se recorrían muchos kilómetros diarios. Era un automóvil para ir y volver del trabajo, o un segundo auto familiar. En realidad era más un vehículo experimental.

La parte trasera del Charade eléctrico.

Aunque la empresa japonesa Daihatsu tenía 20 años de experiencia con motores eléctricos. En Japón para esa época, año 1982, existían vehículos eléctricos de la marca que tenían una autonomía de 260 kilómetros.

Lo llamativo, para esa época, del Charade eléctrico era la ausencia de sonido de parte del motor y de no presentar contaminación. El interior del habitáculo era similar a un automóvil convencional. El tablero espartano contaba con un velocímetro con odómetro, un indicador de aguja que indicaba la carga de las baterías y señales luminosas para tener un manejo económico.

Esas luces indicaban exceso de consumo, o falta de aceleración, que podían producir una marcha inadecuada. Los demás elementos eléctricos de un auto normal estaban presentes: desde las luces reglamentarias, pasando por el limpiaparabrisas o la bocina.

El manejo en ciudad, donde se realizó esta impresión de manejo, más que prueba exhaustiva, demostró que el Charade eléctrico era ágil. La suspensión estaba adaptada al gran peso extra de las ocho baterías y los frenos eran eficientes. Ya que nunca se veían comprometidos por la baja velocidad de circulación, con lo cual no era necesario un servo freno.

La parte menos clara era no conocer los costos de mantenimiento, ni vida útil del automóvil. Además de tener un alto costo de venta inicial. Acá no queda claro si estaba disponible a la venta. De todas formas hay que tener en cuenta que eran vehículos en fase de experimentación.

Las medidas del Daihatsu Charade eléctrico eran las siguientes: largo, 3.160 milímetros; ancho, 1.510 milímetros; alto, 1.300 milímetros; distancia entre ejes, 2.300 milímetros; trocha delantera, 1.300 milímetros; trocha trasera, 1.280 milímetros y despeje, 165 milímetros. El peso total era de 1.035 kilogramos y tenía un radio de giro mínimo de 4,6 metros. El gradiente máximo era de 21% que representaban 12º y calzaba neumáticos de la medida 155 SR 12.

Desconozco cuántas unidades del Daihatsu Charade eléctrico ingresaron a Argentina y tampoco que resultado tuvo esta experiencia. Como tampoco me termina de quedar en claro si se llegaron a comercializar. Tal vez algún lector pueda aportar más datos sobre esta situación.

Las imágenes y los datos de esta nota fueron tomados de la revista Su Auto número 29 del mes de julio de 1982, donde se publicó este Su Autotest. La primera prueba a un automóvil extranjero que inauguró esta nueva sección, llamada “Test extranjero”.

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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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