César Castano llegó a la Argentina de su
Italia natal en el año 1912 contando con 19 años. Había nacido el 30 de agosto
de 1893 en la ciudad italiana de Milán. Durante dos años trabajó para construir
su automóvil de carrera para competir en el país que presentó en sociedad en el
año 1923.
El auto de carrera de César Castano del año 1923. La fotografía fue tomada de la Historia Deportiva delAutomovilismo Argentino de Alfredo Parga. |
El automóvil de Castano, que pasó a
llamarse con el apellido de su creador, llevaba un motor SPA (Società Ligure
Piemontese Automobili) de avión de cuatro tiempos y 6 cilindros en línea que
otorgaba una potencia de 210 a 220 HP.
El encendido del motor estaba a cargo de
dos magnetos Marelli y era un carburador de la marca Zenith el encargado de la
alimentación de combustible. El chasis era doble muy bajo con refuerzos en la
parte delantera.
El tablero contaba con un acelerador de
mano, una bomba para el tanque de combustible, el accionamiento de las válvulas
de descarga y un recipiente pequeño con mezcla para los arranques en frío.
El motor giraba a unas 2.000 revoluciones
por minuto y según César Castano podía alcanzar los 170 kilómetros por hora en
el año 1923. Fue presentado en el 6º Salón del Automóvil de Buenos Aires y
luego expuesto en el taller que Castano tenía en la calle Canning en el porteño
barrio de Palermo.
En la presentación del Castano causó muy
buena impresión. Lo que llamó mucho la atención era el largo total del auto de
carrera que era de 5.800 milímetros. También el largo del capot produjo las
miradas del público: 2.100 milímetros. Y la larga cola despertó el interés de
la gente.
En el año 1925 la empresa automotriz
turinesa Fiat envió a su piloto de carrera oficial, Pietro Bordino, para
realizar demostraciones en América del Sur con una unidad Grand Prix de 2
litros de cilindrada.
Pietro Bordino piloto italiano de la empresa Fiat.La fotografía fue tomada de Enciclopedia Salvat del Automóvil. |
Estando en el país vecino de Brasil en
una prueba de kilómetro lanzado el Fiat al mando de Bordino alcanzó los 191,280
kilómetros por hora y causó asombro entre los espectadores. Llegado a Argentina
se quiso repetir la prueba en la calle Blandengues de la ciudad de Buenos
Aires. Pero las malas condiciones de la calle hicieron cambiar de escenario.
Así la pista para la prueba que se eligió
fue la recta que unía las localidades de Morón y Bella Vista en lo que ahora es
el Gran Buenos Aires en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires. La salida del Fiat de Bordino se dio desde el
almacén de Cagnone. En la primera pasada el piloto italiano alcanzó los 192
kilómetros por hora.
Alguien entre el público dijo que el
Castano podía correr igual o mucho más. Y como pasa con estas cosas el dicho
comenzó su derrotero. Pero la empresa Fiat no aceptó la invitación para
realizar la prueba entre los autos de carrera. Hay que aclarar que por aquellos
años era una cosa habitual esas carreras de dos autos.
Ya sea para batir un récord de velocidad
o solo por una apuesta o un desafío planteado entre dos pilotos. Se podrían
comparar con los duelos a pistola o espada que estuvieron vigentes hasta
entrado el siglo XX y luego prohibidos. Eran duelos automovilísticos que podían
congregar muchos espectadores y eso que no existían las redes sociales…
Pero no fue el caso y César Castano
decidió llevar su auto de carrera al mismo escenario para correr solo. Pero
para esa época el motor era de la marca Caproni con 250 HP de potencia y 16
litros de cilindrada. Las propias palabras de Castano nos cuentan que usaron un
diferencial 1 a 1 y que el auto podía alcanzar los 180 kilómetros por hora.
Castano cuenta lo siguiente: “El piso no
estaba tan bien como cuando los usó el italiano. Cuando él caminó allí, se
habían tapado hasta los pozos más chicos. Cuando fuimos nosotros, estaba todo
roto. Salimos a probar primero para un lado, después para el otro”.
En ese momento de la prueba y cuando el
auto de Castano había alcanzado más de mil revoluciones por minuto en directa
el piloto local descubrió que no tenía frenos. “Afortunadamente lo pude detener
en medio del campo, sin pisar a nadie. Allí terminó nuestro desafío”, contó
César Castano a los periodistas de la revista El Gráfico el 8 de enero de 1964.
También les contó: “Cuando yo sentía
nostalgia de aquel fierro, entraba al garaje y lo ponía en marcha. Bramaba tan
sano como el primer día”, recordaba César Castano. Con el correr de los años
crearía su propia empresa automotriz para fabricar el Castanito, una pequeña
camioneta a mediados de la década del cuarenta.
Las fotografías fueron tomadas de la
Historia Deportiva del Automovilismo Argentino de Alfredo Parga y publicada por
el diario La Nación en el año 1994 en Buenos Aires, Argentina, para el auto de
carrera de Castano y de la Enciclopedia Salvat del Automóvil del año 1974 para
la imagen de Pietro Bordino.
¿Te gustó esta nota? Podés convidarme un
cafecito: https://cafecito.app/archivodeautos
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquellos comentarios que sean anónimos, y que no tengan un nombre, o un nick, o un apodo, como firma, no serán publicados y se los considerará como spam. Se eliminarán comentarios con enlaces publicitarios de cualquier tipo. Los comentarios con insultos o políticos se eliminarán directamente.