La empresa American
Motors siempre trató de integrar el podio de las tres grandes automotrices
de Estados Unidos, y a veces no tuvo
éxito en su tarea. La cupé AMX fue
uno de los intentos de la empresa estadounidense por lograr colarse en la dura
pelea de estar entre las grandes.
La cupé AMX de corresponde a la revista Parabrisas Corsa número 101 del 26 de marzo al 1 de abril de 1968. |
Una cupé a la americana, según el mercado de Estados Unidos, con grandes cilindradas y dos
opciones de motores de 8 cilindros en V.
Uno de los motores era de 290 pulgadas cúbicas o 4.753
centímetros
cúbicos de cilindrada con una potencia de 225 HP a 4.700 revoluciones por minuto. La relación de compresión
era de 10:1 con válvulas a la cabeza
con botadores hidráulicos. El
cigüeñal se apoyaba en 5 bancadas y
el carburador que alimentaba al motor era de marca Carter de cuatro bocas.
El otro motor de 8 cilindros en V era de 343
pulgadas
cúbicas o 5.662 centímetros cúbicos con una potencia de 280 HP a 4.800 revoluciones por minuto.
La relación de compresión era del orden de 10,2:1,
también este motor tenía válvulas a la cabeza con botares hidráulicos. Al igual que en el motor de 290 pulgadas cúbicas
era de 5 bancadas con válvulas a la
cabeza.
Como todo automóvil fabricado en Estados Unidos los
opcionales eran varios entre ellos las diferentes relaciones del diferencial
trasero. Las relaciones ofrecidas a los clientes eran las siguientes: 2,87:1, 3,15:1, 3,54:1, 3,73:1, 3,91:1, 4,10:1 y 4,44:1.
La cupé AMX
era del año 1968 y ya traía las
mismas manijas embutidas, en las
puertas, que ofrecería el Torino de
IKA-Renault varios años más tarde. La cola tiene un parecido con nuestra Chevrolet Chevy SS, que ya vimos en Archivo de autos, otra cupé
estadounidense contemporánea, lo único que las hermanas del norte del
continente americano siempre trajeron motores mucho más potentes.
Potencia que no se veía en la velocidad final, por una cuestión de mercado interno, de lo
contrario eran motores que fácilmente superarían los 200 kilómetros por
hora, en cambio ofrecían velocidades cercanas a los 170 o 180.
Como siempre estaba disponible la consabida caja automática, a la cual los
estadounidense son tan afectos. Pero como auto deportivo, así se lo ofrecía al
mercado, se podía optar por una caja de
velocidades manual de cuatro marchas.
La idea de la American Motors era ofrecer un auto deportivo barato que se destacara
de los ofrecidos por las tres grandes automotrices de Estados Unidos. Por eso
se ofrecía la versión estándar de 225 HP con caja manual de cuatro velocidades y con suspensiones acordes con el
temperamento del auto.
Cola de la cupé AMX de La fotografía corresponde a la revista Parabrisas Corsa número 101 del 26 de marzo al 1 de abril de 1968. |
Algo que lo diferenciaba de sus competidores era
que la madera del tablero y el volante
era auténtica, y no una burda imitación. Como se ve la gente de la American Motors
buscaba despegar el AMX del resto de la marea de automóviles ofrecidos en el
mercado estadounidense.
Otros intentos de diferenciarse del resto de los
automóviles ofrecidos fueron el Rambler
Rebel o el Javelin, que eran
distintos a lo visto, al menos en carrocerías de los autos de dos puertas.
También tendrán grandes fracasos, años más adelante como el Pacer.
El AMX
fue presentado el 15 de febrero de 1968
en Estados Unidos y evidentemente
apuntaba a un público, de potenciales compradores, que querían un automóvil
diferente a lo ofrecido. Entre los opcionales ofrecidos estaban la caja automática, el aire acondicionado o los levanta vidrios eléctricos.
Sin embargo el AMX de la American Motors
buscaba ser un automóvil único ya
que en su tablero venía un número que
identificaba a la unidad comprada, que era único para cada de ellos. Se
podía tener la sensación de poseer una unidad que era absolutamente diferente
al resto de los automóviles que circulaban por las calles de Estados Unidos.
La suspensión delantera del AMX era independiente con barra antirrolido y
la trasera por medio de eje rígido
con dos brazos reactores. Los frenos eran de tambor en las cuatro ruedas, aunque opcionalmente podía traer a
disco en las ruedas delanteras.
Las medidas del AMX de 1968 eran las siguientes:
largo, 4.570 milímetros ;
ancho, 1.840 milímetros ;
alto, 1.330 milímetros
y distancia entre ejes, 2.500 milímetros .
Vista de ¾ de perfil
trasero izquierdo de la cupé AMX de Parabrisas Corsa número 101 del 26 de marzo al 1 de abril de 1968. |
El múltiple del escape era especial que terminaba
en dos caños de salida en la cola
del AMX. El cuentavueltas era de serie
en el tablero, como todo automóvil deportivo que se precie, como los neumáticos de cintura de nylon y de perfil
bajo. Los neumáticos radiales comenzaban tímidamente a hacerse presente en
los automóviles.
Las butacas delanteras tenían los apoyacabezas integrados y móviles para
adecuarlos a la altura del ocupante de la plaza. En cambio el asiento trasero
era chico como cualquier cupé 2+2. Es decir cómodo para llevar niños, pero
incómodos para adultos, incluso en viajes cortos.
La cupé AMX tenía un diseño atractivo para los finales de la década del sesenta. Tiene
ese espíritu del auto deportivo al estilo estadounidense. Grande, imponente y
con motores muy potentes. Autos que no pasaban desapercibidos en ninguna parte.
Gracias a la revista Parabrisas Corsa número 101
del 26 de marzo al 1 de abril de 1968
conocimos la cupé AMX de la American Motors de Estados Unidos.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Archivo de autos es armado en un
ciber por falta de recursos económicos, no por una política editorial.
Las coupés me pueden, americanas o europeas. Esta no es lo máximo, pero no está nada mal, me subiría gustoso a dar unas vueltas... Buen post Mauricio, con mucha data, como siempre. Un abrazo.
ResponderBorrarAlejandro:
BorrarY eso que no viste la versión preparada tipo dragster en una vieja publicidad que ya verá la luz en Archivo de autos.
Siempre un placer tenerte como asiduo lector de este sitio dedicado a los viejos autos que supimos conseguir.
Saludos.
Mauricio Uldane