Nunca dormí una siesta en el baúl de un Valiant III, pero si en el asiento
trasero. Y no solo del III sino que también en el IV. Claro era un niño en aquellos años de mediados de
la década del sesenta. Para mí el asiento trasero era mi cama “king size”, mejor que cualquier somier
actual.
Publicidad publicada en la revista Confirmado del 10 de marzo de 1966. |
Los años han pasado y no en vano, hoy es muy
difícil encontrar un automóvil con un
baúl tan grande como el Valiant III.
Tenemos que irnos a un auto de alta gama, aunque reconozcamos que el III era un
auto caro para su época.
Mi padre como chófer
de un abogado porteño supo manejar
un Valiant III y es en ese auto que pude viajar a mis anchas en las inmensidades del asiento trasero,
cuando no había ni cinturones de seguridad, ni silla especial para los niños en
plena década del sesenta.
Amo y señor del asiento trasero. Para dormir o
viajar solo en la inmensidad de la cuerina y la tela sintética. El baúl, tal
como lo muestra la vieja publicidad, supo transportar mi primera bicicleta roja, con la que di mis primeros pedaleos.
Entraba enterita y sobraba lugar. Tiempos idos donde el alimento para las
bestias automotrices sobraba y era barato.
En parte el mundo se ha vuelto más racional y eso no está mal. Hoy un automóvil como el Valiant III no es pensado por la
industria automotriz por grande y consumidor. Pero quien nos quita lo bailado.
Aquellos que solemos ir a encuentros de automóviles posamos nuestras miradas lujuriosas en los Valiant III
que ronronean a su paso delante de nosotros.
Es el
encanto que producen estas bestias, algo similar a la contemplación de un
felino grande en su hábitat. Es lindo, bello, pero puede ser feroz. Feroz en el
consumo y en el tamaño. Por eso son dignos de admiración.
Al revolver mi archivo
personal, en búsqueda de un dato, me topé con esta vieja publicidad del Valiant III y su niño durmiendo en el baúl. El
recuerdo de mi infancia no se hizo esperar y decidí compartirlo con todos los
seguidores-lectores de Archivo de autos.
Son épocas pasadas, pero no es un recuerdo
nostalgioso, sino una bella imagen de
los tiempos de la niñez de muchos. Tal vez por eso la publico para que las
nuevas generaciones vean cómo la pasábamos los viejos, o usados, que ahora
peinamos canas, si tenemos suerte.
La vieja
publicidad del Valiant III apareció publicada en la revista Confirmado del 10 de marzo de 1966 y forma parte, como todo lo publicado en Archivo de autos, de mi archivo personal, ese que esperó más de 20 años a que se creara un blog para que todos ustedes
conocieran esos viejos autos que supimos conseguir entre todos.
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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Los Valliant y los Rambler deben ser los autos que más añoro en este siglo XXI. Hasta hace 20 años se los veía en las calles, hoy casi que han desparecido...
ResponderBorrarAbrazos!
Todavía es posible ver alguna en las calles. En San Miguel hay un Valiant III, algo destartalado, cumpliendo la función de remis trucho.
BorrarSaludos.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
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