La
historia de un automóvil de carreras que nació para un desafío. Nacido en
Italia vio sus triunfos en otros países europeos. La transformación en el auto
que llegó hasta nuestros días. Un FIAT de principios del siglo XX que nos
sorprende por sus perfomances.
FIAT SB-4 de 1908. La foto es una gentileza de Viejas Automundo: http://viejasautomundo.blogspot.com.ar/ |
La
empresa turinesa FIAT (Fabbrica Italiana Automobili-Torino) participó desde un
principio en el automovilismo deportivo. Giovanni Agnelli creía que las
competencias automovilísticas eran la mejor publicidad para los automóviles que
fabricaban en Turín.
Durante
más de 20 años los FIAT dieron batallas en diferentes países europeos e incluso
en Estados Unidos. El criterio deportivo que impulsó, desde un comienzo,
Agnelli se mantuvo hasta 1927 cuando la empresa FIAT se retiró de las pistas de
carreras.
Felice
Nazzaro era uno de los mejores pilotos que tenía la FIAT. El año 1907 fue
glorioso para el piloto Nazzaro y para la marca turinesa. Así fue como el
piloto inglés Selwin Edge lo desafió a una carrera de velocidad en el circuito
de Brooklands ubicado a 32
kilómetros de Londres en Gran Bretaña.
Brooklands
fue inaugurado el 17 de junio de 1907, cuatro años antes que Indianápolis en
Estados Unidos y cinco años antes que existiera el circuito de Monza.
Básicamente el circuito fue construido por H. F. Locke King para subsanar una
ley británica que obligaba a los automóviles a circular con un hombre adelante
agitando una bandera roja. Esto tiene una explicación y era que las primeras
carreras ruteras habían producido muertes en las competencias realizadas.
La
empresa FIAT no aceptó la invitación dado que los costos de construir una
máquina para batir un récord eran muy altos. Además se necesitaban varios meses
para realizar el proyecto. Por otra parte la empresa de Turín había logrado
cerrar contratos de ventas de automóviles con Gran Bretaña, Estados Unidos y
Francia. Eran Los primeros contratos de importancia y además estaban en vías de
exportar los taxis FIAT de 60 HP.
Pero
Selwin Edge siguió insistiendo con su desafío a bordo de un automóvil Napier.
El piloto británico era parte del equipo de competencia de la afamada marca
inglesa. Edge redobló el desafío convencido de su segura victoria y se ofreció
a comprar el auto que FIAT construiría, con la condición que lo manejara Felice
Nazzaro.
La
idea del desafío era dar 10 vueltas al circuito de Brooklands sumando un total
de 44,360
kilómetros . Una multitud asistió a la fecha estipulada
para ver la carrera entre los dos automóviles. Los apellidos de los pilotos
habían sido los convocantes del público asistente ese 8 de junio.
Al
mando del Napier se encontraba F. Newton, que reemplazó a Selwin Edge, el joven
piloto había logrado llevar al Napier a los 200 kilómetros por
hora. Nunca quedó en claro porqué Newton manejó el Napier en cambio de Edge. La
carrera se largó con los dos pilotos como únicos competidores. Newton forzó la
marcha y tomó la punta en la primera vuelta.
Las
cosas se plantearon así y el Napier le sacó 300 metros al FIAT. Todo
parecía dicho. Hasta que Nazzaro empezó a imprimirle más potencia al FIAT. A
todo esto el Napier circulaba a 180 kilómetros por hora. En la tercera vuelta
Nazzaro pasa al Napier. Ante la situación Newton comienza a exigir al Napier.
Al rato el Napier comienza a dejar una estela de humo negro por su caño de
escape. Un pistón cedió ante el esfuerzo a que fue sometido el motor.
Fin
de la carrera para el Napier. Sin embargo Nazzaro y su FIAT SB-4 completaron
las 10 vueltas estipuladas por Selwin Edge en el desafío. El promedio de Felice
Nazzaro fue de 152,155
kilómetros por hora logrando el récord de Brooklands en 193 kilómetros por
hora.
Luego
de finalizada esta competencia el SB-4 no fue visto en Gran Bretaña hasta
después de la Primera Guerra
Mundial. Donde corrió en una competencia en el circuito de Brooklands. Para
1921 el auto es comprado por John Duff que logra modificar el motor colocando
pistones especiales que le permitían tener una mayor compresión. La prueba fue
una larga carrera que se corrió en Gran Bretaña en el día de Pentecostés de
1922.
Pero
la estructura del bloque del motor no soportó el excesivo esfuerzo y dos
cilindros posteriores salieron del cárter. Ese parecía el fin ese FIAT
glorioso, pero al año siguiente reapareció en la pista que lo había visto
vencedor: Brooklands. Sir Ernest Eldridge había comprado el FIAT SB-4 y lo
había transformado en otro auto.
Sir Ernest Eldridge al mando del FIAT Mefistófeles en 1923. La foto es una gentileza de Viejas Automundo: http://viejasautomundo.blogspot.com.ar/ |
Para
eso le alargó el chasis ya que le colocó un motor de aviación FIAT A 12 Bis de 21.700 centímetros
cúbicos de 300 HP. Dicho motor lo rescató, Eldridge, de materiales de rezago
que había quedado luego de finalizada la Primera Guerra Mundial. También
puso un radiador especial y en la parte posterior le colocó una cabina para dos
plazas. La cola, ahora, era muy corta que terminaba muy cerca del eje trasero.
El
28 de junio de 1923 aparece el SB-4 modificado en el circuito de Brooklands
donde logra una velocidad de 124,320 millas por hora (200,074 kilómetros
por hora). Tal vez a partir de esta carrera es que se lo comienza a llamar
Mefistófeles. Participó en varias competencias en suelo británico hasta que
Eldridge lo lleva a Arparon en Francia con la idea de batir un récord mundial
de velocidad.
Así
lo hace el 12 de julio de 1924 en Arparon cerca del circuito de Monthéry,
Francia, donde en el kilómetro lanzado logra la velocidad de 234,980 kilómetros
por hora en 15 segundos y 32 centésimas. Así el FIAT Mefistófeles entra en los
récords mundiales de velocidad. Eldridge siguió corriendo con el auto tanto en
los circuitos de Brooklands como Monthéry hasta 1926 donde lo vende a Le
Champion.
Hasta
1947 se pierde el rastro. En aquel año C. E. Taylor de Manchester, Gran
Bretaña, encuentra el auto. Lo compra y trata de restaurarlo. No fue una tarea
fácil y si no hubiera contado con la ayuda de Gresham y Briggs no hubiera
podido restaurar el Mefistófeles.
El Mefistófeles restaurado luego de la Segunda Guerra Mundial. La foto es de la Enciclopedia Autorama de 1968. |
En
1962 el FIAT Mefistófeles volvió a Italia para intervenir en la
IV Copa Monza para automóviles de época
piloteado por Gresham, donde alcanzó la velocidad de 150 kilómetros por
hora.
Las
fotografías nos atestiguan la transformación que sufrió el FIAT SB-4 desde 1908
hasta su transformación en el Mefistófeles. Incluso las fotos más actuales, que
son de 1968, nos muestran algunos cambios respecto de la versión de 1923.
El puesto de mando del Mefistófeles restaurado. La foto es de la Enciclopedia Autorama de 1968. |
Lo
curioso del SB-4 es que fue fabricado en Italia y todos sus grandes victorias
fueron fuera de la península. Sus mayores logros los obtuvo en Gran Bretaña y
Francia. El esfuerzo de los amantes de los viejos fierros lograron restaurarlo
para que las nuevas generaciones del siglo XXI puedan apreciar este auto que
fue imponente en su época. Por eso el segundo nombre que tuvo.
Para
aquellos que no conocían la historia del FIAT Mefistófeles habrán descubierto
que no nació con las líneas con las cuales trascendió hasta nuestros días.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
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