A
principios de la industria automotriz,
tanto en Europa como en América, hubo varios intentos de
construir autos a vapor. De hecho el
primer vehículo que lleva el nombre de automóvil era a vapor: el que
construyera el ingeniero francés Nicolas
Joseph Cugnot en 1770. Si bien
el término automóvil se aplica a la invención de Daimler. El carro de vapor de Cugnot fue considerado el primer automóvil movido a vapor. Así
que el vapor era una fuente de energía que estuvo presente, desde los inicios
del automóvil. Hoy veremos un auto a vapor de lujo: el Doble fabricado en los Estados
Unidos.
Doble a vapor en su versión limusina. |
Abner Doble fue el constructor del auto a vapor que llevaría
por marca su apellido. Estando todavía en la universidad de San Francisco proyectó su primer auto a
vapor, que daría comienzo a una incipiente industria en Massachussets. Tan solo contaba con 19 años cuando desarrolló su primer automóvil modelo A, que era un roadster
de dos plazas.
Ese
primer auto con un motor trasero a
vapor de dos cilindros tenía una
gran caldera pegada y un radiador. Fabricó cinco
unidades y vendió cuatro. Para poder desarrollar su empresa le pidió plata
a su padre y así montó una pequeña planta para producir un nuevo modelo: el B. Pero este nuevo auto no se vendería
y Abner Doble emigraría a la ciudad
de Detroit, cuna del automóvil
estadounidense. Llegado a esa ciudad se asocia con C. L. Lewis y entre ambos crean la General Engineering Co. Esa nueva empresa desarrollaría el
modelo C.
Doble phaeton de 5 o 7 plazas. |
El
nuevo modelo se lo presentó en el Salón de Detroit de 1916 y recibió un aluvión de pedidos.
Pero la entrada de Estados Unidos en
la Primera Guerra Mundial produciría la decadencia de la
nueva empresa. Con el conflicto bélico en marcha el suministro de algunos
componentes esenciales empezó a fallar y con esto empezó la debacle de la General Engineering Co.
En
1918 Abner Doble vende sus derechos
en la empresa de Detroit y se muda a
California. En 1923 funda una nueva empresa que se llama Doble Stearn Motors Corporation. Con esta empresa el joven Doble
pretendía construir los mejores autos del mundo. Lo que motivaba a Abner Doble
era la simplicidad de la máquina a vapor desarrollada por él. Además los
motores a vapor resultaban más elásticos
y progresivos en el uso de la su potencia. También vibraban menos que los
motores a combustión interna de la época.
Doble sedan de 5 plazas. |
Abner
Doble estaba convencido que el auto que ofrecía al público era una excelencia tal que les daba, a sus
clientes, una garantía por 160.000
kilómetros sobre el motor y sus componentes. El motor del Doble aceleraba como un motor grande de seis cilindros a nafta,
pero sin traqueteos y con una extraordinaria suavidad de marcha. Su principal
adelanto lo consistía el sistema
eléctrico que permitía en solo 30
segundos poner en régimen la caldera del Doble.
Doble runabout con asiento de la suegra. |
El
Doble tenía un motor ubicado en la parte posterior del chasis y era de dos
bloques. El primer bloque alojaba dos pistones de alta presión y el bloque
posterior dos pistones de baja presión. El cigüeñal transmitía directamente la
potencia a una rueda dentada MAAG que se engranaba con la corona del
diferencial. Esto estaba tan bien engranado que la potencia se transmitía
perfectamente a las ruedas traseras cuando se pisaba el acelerador del Doble.
Vista superior del chasis del Doble. |
El
motor del Doble funcionaba de la
siguiente forma: el vapor que se
generaba en la caldera pasaba a los cilindros por dos válvulas de pistón que eran de diseño exclusivo de Abner Doble. Una de esas válvulas era
de alta presión y la otra de baja presión. De ahí se pasaba al condensador. Este condensador recogía
el vapor no utilizado, lo enfriaba,
licuándolo y lo reutilizaba, lo que
le aseguraba al Doble una mayor
autonomía de marcha.
Motor a vapor del Doble. |
El
tanque de agua era de 64
litros lo que le permitía al auto de vapor recorrer más de 200 kilómetros .
El sistema necesitaba cada 800 kilómetros
recorridos unos dos litros de aceite.
El motor del Doble también podía calentar nafta,
kerosén u otros combustibles destilados. El auto a vapor podía superar
pendientes con un 25% de desnivel,
que la mayoría de los autos de la época no podía lograr.
Los
Dobles eran autos caros, no tanto
como los Rolls-Royce que se
fabricaban en los Estados Unidos,
pero su terminación era comparable a otro auto de lujo: el Locomobile. Por lo tanto era un auto para ricos y encima excéntricos que buscaban algo diferente
para sus automóviles.
Vista de perfil del Doble. |
Los
autos a vapor Doble eran casi artesanales y los armaban con mucha meticulosidad, buscando la
perfección en el acabado. Superaba ampliamente a los autos de su categoría. El
carrocero Murphy se encargaba de
vestir a los Doble que se ofrecían al mercado en estos modelos: una limusina de 7 plazas, un peatón de 5 o 7 plazas, un sedan de 5 plazas y un runabout con asiento
de la suegra en la parte posterior. Muchas piezas de las carrocerías
eran de aluminio.
El precio alto de los Doble atentaba contra la rentabilidad empresarial. Pese a la fiabilidad y el buen
funcionamiento de los autos de Abner Doble no eran suficientes para lograr una
penetración en el mercado. Sobretodo si se apuntaba a un público de
millonarios. Así que la Doble Stearn Motors Corporation solo fabricó 40 autos y cerró definitivamente sus puertas. El apoyo financiero nunca le llegó
a Abner Doble y tal vez haya sido
porque las grandes empresas automotrices de la época apostaron al motor de
combustión interna a nafta. Algo parecido le ocurrió a los desarrolladores de
autos eléctricos. El peso de la industria petrolera se hizo sentir y se hace
sentir, aún, en el siglo XXI.
La trompa del Doble a vapor. |
Gracias
al seguidor Beto Betorino de Archivo de autos en Facebook y a la revista Motor Clásico, número 207 de 2005, conocimos al Doble a vapor. Un auto que tal vez muchos no
conocíamos y ahora conocemos un poco de su historia.
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Mauricio Uldane
Pero esto es una maravilla... no entiendo bien (bueno, si que lo entiendo) cómo no se ha explotado esta tecnología.
ResponderBorrarHabría que ver lo de la emisión de humos y eso, con las normas Euro hemos topado, Sancho!
Un saludo, muy interesante reportaje.
Hubo una época donde los motores a nafta le pelearon el mercado a los motores alternativos y por supuesto conocemos cómo siguió la historia.
BorrarMe alegra que te guste la nota. Todo gracias al aporte un seguidor de Archivo de autos.
Saludos desde Argentina.