Corrían los setenta. En Rosario había
dos Citroën 3 CV color verde loro fácilmente reconocibles. El del negro
Fontanarrosa y el mío. Yo se lo había comprado a Tito Arancibia, locutor y
compañero, por aquellos años, de la que fue LT2 Radio Splendid.
Maravilloso autito. Muy querido.
Recuerdo una piedra que cayó y le agujereó todo el techo de lona engomada.
Luego, cuando pegó el sol, las perforaciones se volvieron hacia afuera dando la
impresión de que a alguien se le había escapado un escopetazo desde el
interior.
Una mañana, salía yo rumbo a la
radio. Me subí, lo puse en marcha, coloqué primera, solté el pedal del embrague
y, a pesar de escuchar el ruido del motor acelerando, el auto estaba inmóvil,
mejor dicho, el paisaje urbano no discurría a mi lado. Me bajé azorado y
comprobé que, durante la noche, me habían afanado las cuatro ruedas y el Citro
descansaba muy orondo sobre cuatro prolijos tacos de madera. Pero la p...
Ya en aquellos años, acostumbrábamos
a hacer una "carneada" anual durante el invierno. Tocó realizarla en
el campito del Pato Sullivan, personaje del pueblo Lucio V. López, gran
conocedor de caballos y padre de Mate, amiga de toda la vida. La chancha
víctima de nuestro rito, se encontraba en otro pueblo, Aldao, al que se accedía,
desde la casa del Pato, por unos inhóspitos caminos de tierra. Allá fui con el
3 CV a las cinco de la mañana. Calor, no hacía nada. Pleno Julio.
Inenarrables los esfuerzos para, en
medio del barro pegajoso del chiquero, enlazar a un animal de mas de cien kilogramos
de peso. Inútil fue tratar de convencerlo de subir a la parte trasera del Citro
a la que le había retirado el asiento correspondiente. Hubo que manearla,
atarle un alambre en el hocico y subirla a pulso. El asiento retirado
descansaba sobre el techo del móvil.
Noche cerrada aún, emprendí el camino
de regreso al campito. Luego de curvas y contra curvas recordé que no había
asegurado el asiento. Bajé para hacerlo pero, tarde piaste, ya no estaba más
ahí. Vuelta atrás a rescatarlo de una profunda cuneta. Continuó el viaje.
De repente siento un hocico detrás de
mi oreja derecha... La chancha se había soltado y habíase puesto de pié.
Imagínense mi susto y preocupación. Manoteé un 38 Smith and Wesson del
especial, como el de Pedro Navaja, y me dije... si la cosa se pone fea, la
despeno aquí no mas y arruino la carneada de la fecha. No fue necesario.
Ocurrió algo peor.
La chancha se ¡¡¡disgració!!! ¡¡¡En
el auto!!! No tienen idea de lo que eso significó. Durante años, cuando la
humedad arreciaba, revivían los vapores de "eso" que había impregnado
hasta la chapa.
Lo vendí en época de seca.
Quique Pesoa
Nota
del editor: Nuevamente cedo la pluma a Quique para que contara esta anécdota tan
graciosa que escuché por primera vez hace muchos años. Eso fue cuando él tenía
algunos de sus programas de radio en la ciudad de Buenos Aires. Le pedí que la
pusiera en letras y acá está el resultado. Quique está cómodamente instalado en
San Marcos Sierras en la provincia de Córdoba donde atiende con Leda, su esposa,
la Hostería La Merced.
http://archivodeautos.blogspot.com.ar/view/magazine
Noooo! Chancha de m... Bien merecido el destino de chorizo. Muy buena historia. Mauricio, le paso unos cuentos escritos por Ronald Hansen para la revista Parabrisas por si le interesa leerlos o compartirlos: http://tny.cz/8173293e . Debo tener también las imágenes que acompañaban los cuentos, tendría que buscarlas. Si le interesa me chifla. Un abrazo
ResponderBorrarCon las chanchas nunca se sabe.
BorrarLa historia la conocía de cuando era oyente de Pesoa en su programa "La oreja de la tarde" que se emitía por Radio Rivadavia de Buenos Aires.
Por eso le pedí que pusiera en letras esas palabra irradiadas muchos años antes.
Voy a leerlos y te aviso. ¿Que edad tiene Ronald Hansen? Si es que todavía vive.
Saludos.
Creo, si mal no recuerdo que falleció. Me quedó haber leído en una Parabrisas de los 90´s que despedían al amigo Ronald. En la web no hay nada, o al menos no encontré.
ResponderBorrarMe imaginaba porque debería ser un hombre mayor.
BorrarGracias por el dato. Yo tampoco encontré nada por eso te preguntaba.
Saludos.
Ahí lo encontré, fué en enero del 91 http://imgur.com/lGxHSdO
ResponderBorrar¡Muchas gracias!
BorrarHe leído muchas notas firmadas por Ronald Hansen en la primer etapa de la revista Parabrisas, allá a principio de los años '60.
Saludos.