Los recuerdos que tengo de un Valiant IV son muy viejos. Han pasado más de 45 años y todavía tengo la sensación de estar acostado en el asiento trasero durmiendo. Eso era en plena década del sesenta cuando era un niño y
cabía perfectamente a lo largo del asiento trasero sin tocar las puertas
traseras.
Publicidad de la revista Análisis del año 1966. |