La empresa cordobesa Elio Agustín Grosso S.A.
firmó, el 19 de julio de 1985, un contrato con la Empresa Nacional
Automotriz (Enauto) de Bolivia para el envío de 1.000
unidades de vehículos Grosspal. Dicha exportación era de camiones y de
minibuses.
El acuerdo comercial había quedado establecido
por el Decreto Supremo 20.993 de la República de Bolivia. En una primera etapa
se enviarían 1.000 unidades de chasis para camiones de hasta 3.500 kilogramos y
chasis para minibús. Justamente este segundo vehículo fue diseñado
especialmente para el mercado boliviano y luego recién se comercializaría en
Argentina.
“No
adaptamos uno de camión. Construimos un auténtico chasis para esas necesidades,
con capacidad para 24 personas, que presentaremos al público antes de fin de
año. Nuestro objetivo es el
mercado latinoamericano, por ello es que lo exportamos a
Bolivia antes de lanzarlo en nuestro país. Con los camiones estamos encarando
ventas a grandes empresas. Acabamos de
concretar una operación con Sancor por 120 vehículos, con provisión mensual,
para el recambio de sus unidades de reparto urbano”, contaba Ricardo Massetti, Gerente de Ventas de la empresa Elio Agustín
Grosso, a la revista Su Auto
en agosto de 1985.
La reunión de prensa ,
para dar a conocer sobre la exportación de camiones y minibús a Bolivia,
también, estuvo presente el ingeniero Jorge Latorre, Gerente de Comercio
Exterior de la empresa radicada en Las Varillas, provincia de Córdoba. Latorre dijo
lo siguiente: “Debemos entregar mil
vehículos en el lapso de dos años, a razón de cuarenta mensuales. Comenzaremos
enviando grandes conjuntos desarmados y, posteriormente, al cabo de esos dos años,
el ensamble en Bolivia será mayor, hasta integrar un 10% con elementos
producidos por proveedores locales. Los resultados obtenidos con las unidades
probadas, durante más de seis meses en Bolivia, fueron satisfactorios. Si
nuestros vehículos funcionan bien allí, uno de los países más difíciles de
Latinoamérica por sus características socio-económicas y topográficas, tenemos
buenas probabilidades de lograr nuevos mercados en otros países limítrofes. La
etapa inmediata, incluye el envío de chasis para camiones de hasta 3,5
toneladas con motor naftero, tentativamente Torino 7 bancadas, fabricado por
Renault Argentina, y chasis para minibús. El motor es naftero por ser en Bolivia el gasoil
importado y precio más elevado que la nafta. Para el mediano y largo plazo, se prevé
también la comercialización de camiones de otras capacidades de carga”.
También habló Norberto Baldassa, que era
adscripto a la
Gerencia General de la empresa: “el gobernador de Córdoba, doctor Eduardo Angeloz, se mostró
entusiasmado por los resultados obtenidos, ofreciéndonos el total apoyo de la
provincia, tanto en lo financiero, como a través de las áreas específicas de
gobierno para cumplimentar el contrato, cuyo monto asciende a los 13 millones
de dólares. También es destacable la colaboración que recibe nuestra empresa,
desde sus comienzos, del Banco Social y del Banco de la Provincia de Córdoba”.
El contrato que tendría una duración de 2 años,
y renovación automática sin límite de tiempo, se formalizó dentro del mercado
de la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración). El armado en Bolivia
se haría mediante los sistemas CKD (Completly Knock Down,
kit completo para armar) y SKD (Semi Knocked Down, kit semi completo para
armar). La empresa
Enauto era la única autorizada, en Bolivia, a ensamblar
vehículos. En agosto de 1985 lo hacía con camiones de la marca francesa Renault
y de la
estadounidense Ford.
La
elección de la marca
Grosspal se hizo entre empresas automotrices de prestigio
mundial, y originarias de Estados Unidos. La integración se haría con
autopartistas bolivianos y componentes enviados desde Argentina. Para agosto de
1985 la empresa Elio Agustín
Grosso tenía un plantel de 250 personas trabajando en una planta fabril de 8.000 metros
cuadrados .
La
capacidad productiva era de 150 unidades mensuales en un solo turno. En ese momento
se producían 70 unidades al mes. En la misma reunión de prensa
se presentó un nuevo modelo de camión Grosspal: el G-660 que estaba equipado
con un motor diésel Perkins de 6 cilindros en línea con una potencia de 102 HP
y caja de cinco velocidades.
El
nuevo modelo se sumaba a las versiones ya existentes entre los camiones
Grosspal. El minibús B-35 se lo presentaría más tarde en el mercado argentino.
Se lo ofrecería con dos motores: Deutz de 4 cilindros y 90 CV y el mismo motor
Perkins que usaba el G-660.
Las
fotografías, como los dichos del personal de Elio Agustín Grosso, fueron
tomados de la revista Su Auto
número 62 del mes de agosto de 1985. En esa publicación se dio a conocer la
exportación de los vehículos Grosspal a Bolivia y el lanzamiento del Grosspal
G-660.
Para
los lectores interesados en conocer más detalle de la línea de camiones, y
minibús, de la marca cordobesa Grosspal les dejo esta nota del archivo del blog
de Archivo de autos del año 2012: https://archivodeautos.blogspot.com/2012/01/un-camion-cordobes.html
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Mauricio Uldane
Creador y editor de Archivo de autos
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#Bolivia
He visto precisamente hoy una Grosspal Supervan en Brasil, pero nunca he visto nada acerca de exportaciones de Grosspal a Brasil.
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