Una vez
más la sección cambia y pasa a llamarse “Camión
extranjero”, al menos por el día de hoy. Veremos un camión francés un tanto
raro para la época que se lanzó, 1965,
diríamos que de vanguardia. Algunas soluciones mecánicas no eran tan comunes en
los camiones de su época.
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Camión Berliet Stradair del año 1965. Noten el grado de giro de las ruedas delanteras. |
Eso fue
lo que me impulsó a escribir una nota describiendo este camión francés que fue
presentado en el autódromo de Miramás
donde el piloto Gil Delamare, que
realizaba acrobacias, se encargó de mostrar la maniobrabilidad del Berliet Stradair. Realizó maniobras,
sobre la pista, al límite con una carga que llegaba a las 9 toneladas, sumando el peso del camión.
La
empresa Berliet a finales del siglo XIX
comenzó a fabricar automóviles, o mejor dicho carruajes sin caballos. Lo hizo
hasta el año 1938 donde pasó a
dedicarse de lleno a la construcción de camiones, vehículos militares y
pesados. Incluso le llegó a otorgar licencias a la Alvis de Gran Bretaña,
prestigiosa empresa de vehículos militares de todo tipo.
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El Berliet Stradair de 1965 en las pruebas en el autódromo Miramás al mando de Gil Delamare. |
Así es
como en el año 1965 lanza al mercado
el Berliet Stradair con algunas avanzadas
soluciones mecánicas. Por ejemplo la suspensión del camión de porte liviano,
podía cargar unas 5 toneladas, era
una mezcla de elásticos elípticos con amortiguadores de goma con sistema
neumático. Eso creo que era lo que le daba una maniobrabilidad envidiable que
puso en evidencia Gil Delamare.
¿Qué
hizo este piloto? Sobre una pista llena de guijarros acometió frenadas
violentas y curvas tomadas a gran velocidad sin perder el control del Stradair.
Obvio que la habilidad del piloto contaba y mucho. Pero cuando el Berliet entró
en un derrape Delamare soltó el volante y el camión tomó, solo, la línea recta
de circulación. Hay tres fotos que nos muestran el grado de exigencia a la que
sometieron al Stradair, siempre con carga a pleno.
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Gil Delamare al mando del Berliet Stradair de 1965. |
Incluso
lanzado a toda velocidad, unos 100
kilómetros por hora, tomó un trampolín donde saltó 15 metros de altura, dejando con la boca abierta a los espectadores
del autódromo Miramás en Francia. El chiste mecánico residía en
que el Berliet Stradair podía alcanzar los su velocidad máxima (100 kilómetros
por hora) en menos de un minuto. Mucha aceleración para un camión de mediados
de los años sesenta, al menos para el público argentino. Claro había que
frenarlo y con dos tercios de recorrida del pedal de freno se disponía de la
mitad de la potencia máxima de frenado. Con lo cual el frenado se hacía gradual
para que el conductor del camión frenara a su gusto. Los frenos usaban el sistema de aire comprimido.
Como
mencioné antes la suspensión de las seis
ruedas, venía con duales en el eje trasero, era mixta. Por un lado los elásticos semielípticos longitudinales
aseguraban la guía de los dos ejes y también la reacción durante la aceleración
y el frenado. En cambios los pulmones
neumáticos hacían las veces de los amortiguadores
hidráulicos. Dos por el eje delantero y cuatro por el eje trasero. La
presión del aire, de esos “amortiguadores neumáticos”, estaba controlada por
válvulas correctoras que eran comandadas por las barras de torsión de ambos
ejes.
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El capot levantado del Berliet Stradair de 1965. |
De esta
forma se podía mantener el eje longitudinal del Stradair sin que lo afectaran
las cargas dinámicas o estáticas. Es decir como pasa con los colectivos del siglo
XXI que siempre mantienen el mismo
despeje sin importar cuantos pasajeros suban. El chasis era una gran letra
“X”, hay una fotografía que se puede ver muy bien, con el motor y caja de
velocidades ubicados por delante del eje delantero. En esa versión la distancia
entre ejes es la más corta, creo entender, porque había tres largos diferentes.
Si se fijan es casi simétrico. La distancia de ambos ejes es casi la misma
adelante y atrás. Los más conocedores me dirán si esa distribución de cargas
era la que le daba la notable maniobrabilidad al conductor.
El
motor era diésel de cuatro cilindros en línea con una
potencia de 120 HP SAE a 2.600
revoluciones por minuto. La caja de velocidades era de cinco marchas todas sincronizadas y marcha atrás. La quinta velocidad
era la directa y la carcasa de la caja de cambios era de aluminio.
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El chasis del Berliet Stradair de 1965. |
El peso
total del Berliet Stradair era de 8.850
kilogramos. El peso del chasis y la cabina era de 3.000 kilogramos siendo la carga útil de 5.850 kilogramos. Se ofrecía al mercado francés en tres largos
diferentes: 6.222, 7.257 y 8.297 milímetros, el ancho máximo era de 2.200 milímetros. La caja de carga podía ser de tres medidas
diferentes, según los largos mencionados: 4.586,
5.606 y 6.618 milímetros.
El
capot abría a todo el ancho de la trompa
facilitando las tareas de mantenimiento. Dentro de la cabina el conductor
contaba con un asiento individual fabricado en espuma de goma. Al lado había un
asiento doble para los acompañantes. El tablero ofrecía instrumental completo, velocímetro con cuentakilómetros total y
parcial, medidor de la temperatura de agua, amperímetro, medidor de la presión
de aceite y de aire de los frenos.
Vimos
un camión francés del año 1965
diferente a otros camiones que conocimos en Argentina para aquella época. Unas líneas no vistas y soluciones
mecánicas no tan aplicadas a mediados de los años sesenta. Un acercamiento al Berliet Stradair con fotos que fueron
tomadas de la revista Automundo
número 26 del 22 de septiembre de 1965.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Archivo de autos es armado en un
ciber por falta de recursos económicos ya que no cuenta con financiación de
ningún tipo.
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