La
empresa sueca Saab-Scania A.B. se
radica en Argentina a principio de
la década del ’70. En la provincia
de Tucumán construye su planta de
fabricación, más precisamente en la localidad de Colombres en el departamento de Cruz Alta. Primero fabricaron cajas
de velocidades y diferenciales
que exportaban a países de la región
sur del continente americano. El
primer camión Scania aparece en el
mercado en 1976.
Publicidad del diario Clarín del 1 de diciembre de 1976. |
La
publicidad del diario Clarín nos muestra la imagen del camión
Scania L-111, el primer camión que
fabricó en el país la empresa Saab-Scania
Argentina SA. El L-111 fue la culminación
de un proceso que había empezado varios años atrás. La empresa sueca
primero montó la planta en Tucumán para la fabricación de partes
que se exportaban a otros países, donde la marca ya estaba instalada con sus
camiones.
Si
bien la marca era conocida en la Argentina a través de los camiones Scania-Vabis, que se importaron durante
las décadas del ’50 y parte del ’60 por J. Vázquez Iglesias que era su representante en el país. La empresa
sueca no se radicó en el país en esos años de comienzo de la industria
automotriz argentina.
Con
la llegada de los suecos al país para fabricar, primero partes y luego vehículos completos, el antiguo
importador J. Vázquez Iglesias pasó
a ser un concesionario de la marca
en la ciudad de Buenos Aires.
Las
cajas de velocidades, de 10 marchas, y los diferenciales que se fabricaban en Tucumán se llegaron a exportar
a Suecia. Tal era la calidad de los
componentes que se producían en el norte argentino.
La
llegada del Scania L-111, a mediados
de los ’70, al mercado de camiones argentinos introdujo una corriente de aire renovador. Los Scania llegaron
para quedarse y pelearle el mercado a Mercedes-Benz,
su principal rival. De movida ganaron el mercado de los camiones pesados, porque fabricaron camiones de gran porte.
Más
tarde le robarían el mercado de los camiones
medianos a Mercedes-Benz. Otro
capítulo aparte fue la irrupción en el rubro de transporte de pasajeros, la competencia desapareció. No por nada se
acuñó entre nosotros la frase “es un
Scania” por describir algo grandioso e indestructible. También como para
elogiar las curvas de alguna señorita agraciada por la madre naturaleza.
Pero
volvamos sobre ese primer camión, el
L-111. Había dos opciones de motores, el D11 de 202 CV DIN y el DS11 de 296 CV DIN. Ambos motores de una cilindrada de 11.000 centímetros cúbicos con 6
cilindros en línea. El segundo, el DS11,
venía con un turbocompresor
accionado por los gases del escape.
Este motor con turbo giraba a 2.200
revoluciones por minuto.
La
famosa caja de velocidades de 10 marchas hacia delante y dos marchas atrás era la GR 860. En realidad son dos cajas: una principal y otra planetaria accionada por mecanismo electro neumática. Incluso con bomba
de aceite propia para lograr una mejor lubricación de los engranajes.
Mediante un botón en la palanca de
cambios se elegían las velocidades en baja
o en alta. Las velocidades bajas iban de la 1ª a la 5ª y las altas de la 6ª a la 10ª, más las
respectivas retro marchas.
El
diferencial hipoidal R 752 venía en
dos relaciones distintas: 4,71:1 o 5,83:1. El diferencial era tipo
Gleason hipoidal cónico de engranajes
helicoidales extra fuertes con una mayor superficie de apoyo entre corona y
piñón. Además el piñón y la corona estaban hermanados, fosfatados y tenían un
tratamiento térmico.
También
el L-111 venía con una traba neumática, que se accionaba desde
el puesto de mando que otorgaba
seguridad sobre terrenos sueltos o resbaladizos.
Si
bien su fisonomía no era la más
moderna la cabina del primer Scania
era sumamente confortable. Para
empezar el asiento del conductor era
regulable según el peso del ocupante. La regulación
también era en altura, inclinación y distancia del volante. La suspensión individual era el sumun en
aquellos años de la década del ’70.
La
cabina estaba montada sobre goma que aislaba a sus ocupantes de ruidos y
vibraciones. La aislación termo acústica
la ofrecían paneles de lana de vidrio
y placas de aglomeradas de caucho.
Estaba disponible la cabina dormitorio,
además de la cabina simple estándar.
La
vieja publicidad de Scania L-111 nos trajo del recuerdo
aquel primer camión sueco fabricado
en una planta de producción tucumana. Un camión que vino para
quedarse y ganar el mercado con un motor que podía durar más de 1.000.000 de kilómetros sin abrirlo.
Agradezco
a Julián Pérez la ayuda brindada en
la digitalización de la publicidad del L-111.
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Mauricio Uldane
Muy bueno el post realmente interesante saber la historia de la industria automotriz argentina, actualmente se fabrica algun camion aqui? y los corolla son tambien de fabricacion nacional?
ResponderBorrarGracias Cristian por tu elogio.
BorrarSi hay varias empresas que fabrican camiones en Argentina. Te recomiendo un blog que habla de camiones argentinos: http://camionargentino.blogspot.com.ar/
Por lo que se el Corolla no se fabrica en Argentina. Aunque hay un proyecto de Toyota para hacerlo.