En el
pasado en Estados Unidos hubo
muchísimas marcas automotrices que no pasaron de la década del veinte, incluso
antes de la Gran Depresión. Después
fueron muchas más las que desaparecieron o fueron absorbidas por las grandes
marcas. Hoy conoceremos una marca de esas desconocidas: la Allen. Gracias a una vieja publicidad tendremos una noción de cómo
era esos automóviles del gran país del norte del continente.
Publicidad del Allen aparecida en la revista Caras y Caretas en 1917. |
Dos marcas Allen convivieron dentro de Estados Unidos en simultáneo. Una solo
tuvo un año de vida, entre 1913 y 1914.
La otra, la que veremos, tuvo una vida un poco más larga entre los años 1913 y 1921. Esta tuvo su planta de
construcción en Fostoria en el
estado de Ohio.
El
motor del Allen era un cuatro cilindros
en línea de 3,1 litros de cilindrada
con una potencia de 37 HP con
arranque eléctrico para el año 1917.
Lo mismo que el sistema de alumbrado de la marca Westinghouse. La distancia entre ejes era de 2.895,6 milímetros, el despeje era de 30 centímetros y el peso era de 1.020 kilogramos.
El dato
del despeje no era menor en la Argentina
de mediados de la década del diez. La mayoría de los caminos era de tierra, si
había caminos. En muchos lugares del país eran simples huellas que se habían
trazado por las carretas tiradas por caballos. Por eso la importancia de
conocer la altura al suelo de un automóvil que se iba a comprar.
Otro
detalle a tener en cuenta era el consumo
de combustible. En una sociedad donde las estaciones de servicio eran
escasas o nulas. No por nada en la publicidad dice que el consumo era de 100 a 120 kilómetros por lata de nafta.
No establece el consumo por kilómetro recorrido sino que basa la autonomía en
la capacidad de almacenaje de la lata de combustible. Que en muchas ocasiones
había que transportar como un equipaje más.
El
rodado era de 32 por 3 ½ con llantas
desmontables, que eran las más comunes en aquellos años con los rayos de
madera. El aro era de metal. Una curiosidad de este tipo de llantas es que se
retira el aro y los rayos y la maza quedaban sujetos al eje. Pero para colocar
la rueda de auxilio estaba debía estar desinflada. De lo contrario no se la
podía colocar. Por eso la mayoría de estos automóviles venían con inflador de
pie.
El
Allen en el mercado argentino costaba, en el año 1917, 3.700 pesos y su representante era Casa Iturrat de la calle Pozos
857 de la ciudad de Buenos Aires
los traía en color pardo humo con
los guardabarros y radiador de color negro,
mientras que las llantas eran de color crema.
Eran años donde los automóviles podían llegar a tener tres colores en su
carrocería y ruedas.
El
Allen de la vieja publicidad de la
revista Caras y Caretas es un doble faetón con capacidad para 5 pasajeros. Esa publicidad en realidad
es una fotocopia que tomé cuando trabajé en la Secretaría de Cultura de la Nación hace más de 30 años. Las guardé por muchos años y ahora la comparto con todos
ustedes lectores y seguidores de Archivo
de autos, el sitio de los viejos que
supimos que conseguir. De paso conocieron una marca de automóviles
estadounidense, que parece que vendió unas 20.000
unidades, en los 8 años de
existencia. La mala situación financiera de la Allen, en el año 1921, la obligó a ser absorbida por la Willys y ahí desapareció definitivamente
del mercado de Estados Unidos.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
Archivo de autos es armado en un
ciber por falta de recursos económicos ya que no cuenta con financiación de
ningún tipo.
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