La aparición de los primeros automóviles,
fabricados en Argentina, con techos vinílicos marcó una época y en cierta forma
una tendencia. Los hubo sobre todo el techo o sobre la mitad. Varias marcas lo
ofrecieron en algunos de sus modelos más lujosos.
Sin embargo el propietario de un
automóvil tenía la posibilidad de colocarle un techo vinílico al suyo. Ya que
había en plaza comercios que se dedicaban a colocarlos. Justamente la
publicidad de hoy hace referencia a eso.
En este caso es La casa de las fundas
ubicada en la calle José E. Uriburu 750 de la ciudad de Buenos Aires. Hasta
tenía un nombre el techo, o medio techo, vinílico: “gran sport”. Incluso tenía
patente: 2612/66. Para comodidad de los clientes el comercio contaba con estacionamiento
propio al lado del comercio. Al menos eso se desprende de la dirección.
También en la pieza gráfica se mencionaba
que la colocación era en el día, con trabajos garantizados, y en los talleres
de la propia empresa. Como siempre pasa, con algún lector de Archivo de autos, que
colocó un techo vinílico en La casa de las fundas. O conoció a alguna persona
que sí lo hizo.
Esos techos vinílicos estuvieron de moda
en las décadas del sesenta y setenta, donde vieron su mayor esplendor. Luego
fueron dejados de lado. La idea del diseño era replicar los techos, o capotas,
de los viejos automóviles. Al menos así lo informaron en su momento algunas de
las automotrices locales que produjeron modelos con estos techos.
La vieja publicidad apareció publicada en
la revista Automundo número 68 del 24 de agosto de 1966. Esta fue la segunda, y
última nota, de este fin de semana dedicado a la temática “viejos accesorios que supimos conseguir”. Como siempre el fin de
semana venidero una nueva temática aparecerá publicada en esta sección llamada “Accesorios y algo más”.
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
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