Me llamó la atención esta vieja
publicidad de la empresa automotriz argentina IKA (Industrias Kaiser Argentina
SA). En especial cuando la redescubrí en mi archivo de imágenes y datos. La
tenía olvidada. Con ese afán, de la juventud, de juntar la mayor cantidad de
datos posibles sobre los autos, es que la guardé.
Publicidad de la revista Análisis del año 1966. |
Ahora con el correr de las décadas
comienzo a entender la historia de la industria automotriz argentina. Con sus aciertos
y errores. Pero no reconocer la tarea pionera de IKA es no querer conocer la
historia de los autos en Argentina.
Uno al ver esta vieja publicidad puede
pensar en una estrategia de marketing, tan usual en estos tiempos que corren, y
en todos los ámbitos, hasta los políticos. Pero al indagar un poco, para
corroboran cierta veracidad en los hechos, se topa con la historia.
El motor Tornado nació en Estados Unidos,
eso es historia sabida. Y nació como motor para vehículos utilitarios de la
Kaiser Jeep Corporation hacia el año 1963. Pero se lo dejó de usar en utilitarios
en el año 1965, aquí aparece IKA, aunque se lo siguió fabricando para uso
militar. En el año 1966 se lanza el Torino en Argentina, este año se cumple 50
años.
Al parecer el ejército de Estados Unidos
usó estos motores para vehículos desde el año 1963 y hasta el año 1969. Entonces
es donde esta publicidad de agosto de 1966, y cuando el Torino todavía no
existía, toma credibilidad.
Según dice el texto “un vasto pedido realizado por el Ejército de los Estados Unidos a
Kaiser Jeep Corporation, solicitando específicamente Motores Tornado OHC”.
Claro, en el país del norte ya no se lo usaba en utilitarios civiles, pero IKA
ya lo fabricaba desde el año 1965.
No sé si esa cantidad de motores, 20.680,
salieron de la planta de Santa Isabel en la provincia de Córdoba, con destino a
Estados Unidos. Pero tan solo fuera uno solo nos demuestra el nivel alcanzado
por la industria argentina en aquellos años. Este tipo de exportaciones
existieron, y de otras empresas automotrices, pero parece que el paso del
tiempo se las tragó.
No es un nacionalismo barato. Sino para
demostrar que los niveles alcanzados entre las décadas del sesenta y setenta en
la industria automotriz argentina tenían calidad internacional. Tal vez
faltaban controles de calidad, seguro que sucedía. Pero la calidad del producto
final era, a veces, comparable con el vehículo en su país de origen.
En otros casos estaba mejorado por
cuestiones de mercado interno o por los malos caminos, como pasó con los
primeros Renault Dauphine, a los cuales les reforzaron el tren trasero o el
espesor de la chapa. Algo parecido ocurrió con el Renault 4.
Por eso cada tanto conviene pegar una
mirada sobre esto, más que quedarse con las líneas de una carrocería o los
gratos recuerdos de un modelo de una marca determinada del pasado. Sin
fanatismos, pero con los datos históricos en la mano. Para valorar lo que
tuvimos.
Tanto que el Jeep de IKA llegó a tener el
96% de sus autopartes de origen argentino. Eso en el actual panorama mundial de
la industria automotriz es impensable de lograr. Un auto actual es una sumatoria
de autopartes de otros países o regiones.
Reflexionemos que tuvimos una gran
industria automotriz local, sin importar las marcas o los modelos, la perdimos.
Y muchos de los técnicos especializados, que la propia industria logró generara,
terminaron sus vidas en otros países. Muchos fueron a parar a nuestro vecino
Brasil con mejores condiciones laborales.
Ahora las condiciones económicas y
sociales mundiales cambiaron. Las grandes empresas automotrices buscan el
costo-beneficio sobre todas las cosas. Sin importarles en que país se produzcan
sus autos. Total tienen los canales aceitados para venderlos en todo el mundo.
La vieja publicidad de los motores
Tornados exportados a Estados Unidos salió publicada en la revista Análisis
número 281 del 1 de agosto de 1966. Creo que es una pieza histórica que no
muchos argentinos conocen y por eso decidí publicarla, para que se la conozca.
Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
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Emocionado hasta nublar la vista, qué época se vivió, y aún no podemos valorar todo el esfuerzo de tantísima gente, en este caso de nuestros miembros de la industria automotriz Argentina, viniendo de una familia que se inicició con la Dodge de los años ´30, y continuó en los finales de los ´50 con GM, debo expresar mi admiración por nuestra Industrias Kaiser Argentina, el primer vehículo de mis padres fué un Rambler Classic de Luxe ´63, de motor continental 226, era un tractor, y pasaron varias estancieras, Jeeps, y Baqueanos por casa. Estando mi familia en la GM, mi Tío mayor, recibió un Rambler Classic , motor Tornado, no recuerdo si 550, ó 660, lo tuvo para su uso personal como un año, y manifestaba que estaba muy satisfecho con el Rambler y su motor Tornado, y que los mecánicos ignorantes de sus secretos, le hacían mala fama, pero para él (que era mecánico de la vieja escuela, corredor en aquellas baqués de los años '30, con tipos de la talla de Marimón), esos secretos, eran revelaciones, y disfrutó mucho de aquel Rambler, al cabo de un año, el cliente que se lo había entregado en parte de pago por un 400, un poco con sorna le preguntó, por el Rambler, y mi Tío le respondió, que estaba muy satisfecho de su desempeño, que los detractores de esa mecánica, podían pensar que era un mal auto, con un peor motor, puesto que era una máquina excelente. Con los años otro de los Tíos, mecánico también, cuyo nombre llevaba aquella baqué de los '30, preparó para correr un Torino 380-W, y aunque se nos fué, por razones ajenas a la competencia, antes de tiempo. GRACIAS !!!!'
ResponderBorrarMuchas gracias a vos por el comentario.
BorrarEs muy interesante contar con estos recuerdos de personas que vieron esos años de la industria automotriz argentina.
Saludos.