La marca Scammell era rara en Argentina.
Ya lo hemos visto en otras piezas del “Garaje
Miniatura”. Hoy veremos otro camión Scammell y esta vez con un acoplado
para poder transportar caños. Todo indica que son caños de agua, tal vez para
cloacas o algo por el estilo.
Lo raro de este camión es el corto
acoplado y que las horquillas donde se apoyan los caños de color gris tengan
movimiento. Esto le permitía doblar al Scammell inglés. Esto era algo impensado
en Argentina de mediados de los años sesenta.
El transporte de este tipo de caños se
hacía sobre un semirremolque con la articulación tradicional sobre el camión. Y
que la carga fuera la que doblara que muy extraño por aquellos años. Encima el
acoplado tiene un gancho como para hacer un tren, algo parecido al camión rojo
GMC de la semana pasada.
La verdad que el Scammell amarillo está
intacto y resistió el paso de las décadas bastante bien. No creo que las
banditas elásticas sean de la época. En otras piezas King Size me las encontré
podridas. Si fueran originales sería toda una sorpresa para mí.
En la foto que el camión y el acoplado
están de perfil se aprecia claramente el enganche y el largo del acoplado, que
es muy cortito. Si ven, con detenimiento, en las horquillas de apoyo, notarán
que tienen las muescas para que descansen sobre ellas los caños.
Además esas horquillas de metal giran
sobre sus bases para permitir las curvas en el camino. Aunque el grado de giro
está restringido por el largo de los caños de color gris. Que como los reales
tiene sus encastres entre ellos.
El corto acoplado tiene, al parecer, el
mismo largo que el chasis del camión Scammell, partiendo desde la parte de
atrás de la cabina. Incluso diría que los ejes con las ruedas duales son
iguales. La verdad no sé si se ajustaba a la realidad en Gran Bretaña.
Muchos juegos, mucha imaginación para
este camión amarillo con caños encima. Para un chico en la década del sesenta
era todo un juguete digno de atención. En especial por eso que tenía de
permitirte construir algo con esos caños encastrables.
Otro motivo diferencial era el caño de
escape vertical apuntando al cielo. No era habitual en aquellos años en los
camiones de Argentina. Después las cosas cambiarían y los empezamos a ver en
algunos camiones. Claro que siempre nos quedaba verlos en la tele en las series
de Estados Unidos.
Tenía una especial preferencia por este
camión y siempre lo recordaba, pese a no verlo por décadas. Cosas que nos
quedan grabadas en la memoria, más si uno es un chico, son recuerdos
imborrables, aunque no los tengamos físicamente a mano. Por suerte, para mí, no
es este el caso.
Cada Matchbox King Size que rescato de la
caja de cartón, donde están guardados, es un asalto a los recuerdos y es un
regresar unos 40 o 45 años atrás, cuando era un chico y creaba mundos para
jugar. Lo mejor que me salía por aquellos años. Aunque debo reconocer que sigo
jugando…
Mauricio
Uldane
Editor
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