La empresa Tatra de
Checoslovaquia, por aquel entonces, presenta en marzo de 1934 su modelo T 77.
Primero se lo mostró al periodismo especializado y a personas del sector automotriz
en las ciudades de Praga,
Checoslovaquia, y Berlín, Alemania.
Más tarde se lo llevó al Salón de París
en Francia. El Tatra T 77 fue bien recibido por su diseño aerodinámico y por la ubicación
trasera de su motor.
Tatra T 77 del año 1934. |
El diseño del T 77 fue una obra de varias personas.
Entres ellas estaba Hans Ledwinka,
que hacía años que trabajaba para Tatra, Erich
Ubelacker y Paul Jaray que había
diseñado el dirigible Zeppelin.
También Jaray era un estudioso de la aerodinamia desde principios del siglo XX.
Para la construcción del Tatra T 77 del año 1934 se usó el túnel de viento con el que se
diseñó el dirigible Zeppelin. Se le montó un motor de 8 cilindros en V en la parte trasera del automóvil con una
cilindrada de 2.969 centímetros cúbicos
con una potencia de 60 HP a unas 3.000 revoluciones por minuto.
Dicho motor trasero estaba refrigerado por aire con tomas en el techo, en esta primera
versión. También la tapa del motor tenía rejillas a ambos lados de una aleta central que contribuía al flujo
de aire y a la estabilidad del T 77.
La velocidad máxima de esta primera versión era de unos 145 kilómetros por hora. Toda la
carrocería era aerodinámica con los paragolpes integrados a la carrocería. En
la trompa tenía dos faros en el modelo de 1934.
A partir del año 1935 se le agrega
un tercer faro en el medio. Con lo cual las formas del T 77 son mucho más futuristas para mediados de la
década del treinta.
Hasta las manijas de las cuatro puertas estaban embutidas en la carrocería y la rueda
trasera tenía un encarenado. El
primer T 77 solo tenía una bocina en la trompa y a partir del año 1935, y con
el cambio de modelo a T 77a, se le agregan dos bocinas por lado. Hasta las
tazas cromadas de las ruedas delanteras eran extrañas y aerodinámicas.
Otra cosa llamativa, que comparte con el Chrysler Airflow, es un intento de
parabrisas curvo hecho en tres partes con los limpiaparabrisas empotrados en la parte baja. El tablero era
sencillo con dos relojes grandes con
pocos medidores. Lo llamativo era el velocímetro de la marca VDO que funcionaba al revés de lo
normal. La aguja iba de abajo y a la derecha en cambio de hacerlo hacia arriba.
El volante estaba a
la derecha y no a la izquierda. Esto quiere decir que en Checoslovaquia se circulaba en sentido
contrario al actual. Lo mismo que pasaba en Argentina hasta el año 1945
cuando se cambió el sentido de marcha en todo el país.
Algunas de las medidas del Tatra T 77 del año 1934 eran las siguientes: largo, 5.400 milímetros, distancia entre ejes,
3.150 milímetros y trocha delantera
y trasera, 1.300 milímetros. El peso
en vacío era de 1.800 kilogramos. La
caja de velocidades era de 4 marchas
hacia adelante y retroceso con la palanca de cambios en el piso. La
tracción era trasera como el motor
refrigerado por aire.
La suspensión era independiente
en las cuatro ruedas usando resortes. El sistema de freno era hidráulico y el chasis era tubular central. En el baúl delantero
se ubicaba el neumático de auxilio, el crique, la llave para sacar la rueda y
el tanque de combustible. No había espacio para mucho más dado lo corto de la
trompa del Tatra T 77.
Visto a la distancia de las décadas pasadas es un
automóvil muy avanzado para su época.
No solo por el diseño de su carrocería, sino por el uso de materiales livianos
en su construcción, como el Electron,
que era una aleación de magnesio y
aluminio, que se usó en el motor, partes de la transmisión y suspensión.
Sino porque también por su suspensión independiente en las cuatro ruedas.
Parecía un automóvil de décadas posteriores con su parabrisas en tres partes o la pureza
de líneas para permitir un mejor flujo de aire. La cola era totalmente revolucionaria con esa aleta
sobre la tapa del motor. El dibujo que
ilustra esta nota, y que fue tomado de un folleto
de la empresa Tatra, se aprecia que tenía techo de lona rebatible. Esto no lo he visto en las versiones
posteriores o tal vez era una versión especial.
Otra particularidad era el caño de escape central en la cola del T 77. Los dos múltiples se
unían dentro del vano motor para salir por debajo de la carrocería en un solo
tubo. Los faros traseros eran diminutos
y acordes con el diseño general del automóvil. En las distintas versiones
posteriores, que se diferenciaban por una letra detrás del número 77, se lo
fabricó hasta el año 1938 cuando estalla
la Segunda Guerra Mundial.
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Mauricio
Uldane
Editor
de Archivo de autos
Por lo que entiendo, este muchacho Ledwinka, tuvo bastante que ver en un desarrollo (el T97) que se vió copiosamente ilustrado en otro vehículo que por estos días cumple 70 pirulos. Dada la presencia nazi por esos pagos, un tal Adolfo (el de bigotito extraño) dispuso que ese proyecto sirviera de base de su Auto del Pueblo. Por lo que tengo entendido, recién después de mucho tiempo, el Sr. Hans fué reconocido como autor de lo que a futuro se transformó en el VW escarabajo (prolijamente reinterpretado por un Sr. Ferdinando).
ResponderBorrarSaludos
Luis
Luis:
BorrarEl plagio del T97 le costó un dinero importante a Volkswagen. Tuvo que pagarle a Tatra por copia del Escarabajo. Eso fue recién en la década del sesenta. Está el documento en Internet.
Saludos.
Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
¿Conoces algunos Tatra 77 en Argentina? En caso afirmativo, contácteme.
ResponderBorrarGracias leo
Eslovaquia
leopetleo@gmail.com
Hola Leo.
BorrarEn alguna edición de AutoClásica exhibieron, en proceso de restauración, un Tatra T87, pero desconozco que si hay unidades en el país del T77.
Deberías consultarlo en el Club de Automóviles Clásicos: https://www.clubclasicos.com/.
Saludos.