Chrysler Corporation creó un automóvil aerodinámico
desarrollado en el túnel de viento a
mediados de la década del treinta. Ese automóvil fue el Airflow, que en principio, tuvo dos marcas que lo representaron, la
propia Chrysler y De Soto. Hoy
veremos cómo era el De Soto Coupe del
año 1934.
De Soto Airflow Coupe del año 1934. |
Tan
solo se fabricaron 1.594 cupés pese
a que sus diseñadores y padres confiaban en el producto que lanzaron al mercado
de Estados Unidos. Pero las líneas
de vanguardia para su época conspiraron para que fuera un éxito de ventas. Su
carrocería era monocasco por lo cual no tenía chasis como era tradicional por
entonces.
Otra
cosa que atentó contras las ventas del De
Soto Coupe fue su corta distancia entre ejes. Los estadounidenses estaban
acostumbrados a autos más largos. De
nada sirvió que saliera el Chrysler
Airstream, con mejores ventas en el mercado. Incluso se construyó una
limusina Airflow Custom Imperial
para el presidente de Filipinas, Manuel Quezon. De nada sirvió y las
carrocerías Airflow se dejaron de fabricar en el año 1937.
Pero
volvamos para atrás y veamos cómo nació este automóvil tan raro para mediados
de los años treinta. El ingeniero Carl
Breer que trabajaba para la Chrysler se interesó en cómo el flujo de aire
afectaba a una carrocería. Para eso terminó trabajando con los hermanos Wright pioneros de la
aviación. Con ellos estudió en el túnel de viento que se aplicaba a la
construcción de los aviones.
Realizaron
cientos de pruebas con diferentes modelos en el túnel de los hermanos Wright.
Hasta que Walter Chrysler, el dueño
de la empresa, decide construir su
propio túnel de viento en Highland Park. Ahí se comenzó a ver que la
construcción de dos cajas, como eran los autos de la época, no se adaptaba al
flujo de aire. De esa nueva forma nace la idea de hacer una carrocería
monocasco.
Pero no
solo será eso sino que se redistribuyeron
los pesos dentro de la carrocería. Para empezar se colocó el motor encima
del eje delantero y no por detrás como era la norma imperante. Los automóviles
hasta ese momento volcaban la mayor carga de pesos hacia el eje trasero. En la
Chrysler Corporation llevaron esa carga al
centro del auto, entre medio de los dos ejes.
De tal
forma que los pasajeros terminaban de completar el equilibrio de pesos de los
Airflow. De ahí que fueran autos mucho más
maniobrables y hasta diría que más
seguros.
La otra
característica de esta distribución del peso hacía que el auto rebotara menos
al circular. Con lo cual era más cómodo para manejar y viajar como pasajero. La
trompa era muy diferente a sus
competidores o incluso a modelos de las mismas marcas de la Chrysler. Los
guardabarros delanteros ocultaban por completo las ruedas vistos desde
adelante. Además los faros estaban integrados
a la carrocería. Eso recién se haría masivo hacia el final de la década de
cuarenta.
Fue el predecesor aerodinámico de varias
marcas de automóviles europeas y hasta japonesas. Un rumor dice que Ferdinand Porsche se inspiró en el
flujo de aire para diseñar el popular Escarabajo.
Lo cierto que fue un automóvil revolucionario para su época y que el público
conservador de Estados Unidos no lo entendió. Hoy, 80 años más tarde, nos parece un automóvil bello y nos cuesta creer
que es del año 1934.
La cola
terminaba con una caída desde el techo
nada usual en la época. Una suave caída desde el techo hasta el paragolpes
trasero. Haciendo fluir el aire hacia atrás. Las ruedas traseras tenían un
encarenado removible parecido a lo que veríamos en autos mucho más modernos en
los años cincuenta.
El
motor era de seis cilindros en línea
con una potencia de 100 HP, que en
el caso del sedan de cuatro puertas tenía una cilindrada de 3.956 centímetros cúbicos o 241,41 pulgadas cúbicas. Los frenos eran hidráulicos en las cuatro ruedas y
en el caso de sedan de cuatro puertas la palanca de cambios estaba en el tablero y no se necesitaba
de embrague para cambiar de velocidad.
El De Soto Coupe venía con una caja de tres velocidades y marcha atrás,
algo habitual por décadas en los autos de Estados Unidos. Más de una vez les he
comentado lo reacios que eran los nativos de la nación de norte de América a
hacer cambios. Eso lo comprendió Henry
Ford con su famoso Ford T.
Pero lo
más sorprendente de la nota de hoy es que el De Soto Airflow Coupe del año 1934 que ilustra esta nota vive en Argentina. Más precisamente en la
ciudad de Hurlingham y estuvo
presente en el Polideportivo Municipal
donde se celebró el encuentro que organizó La
Barra de los Clásicos Automoto Club de Hurlingham. Es la segunda oportunidad
que el De Soto visita este encuentro que se celebra a finales del mes de abril para celebrar el nacimiento de la
entidad organizadora. La fotografía fue tomada el domingo 26 de abril de 2015 cuando se realizó el 5º Tour de los Clásicos y el posterior
encuentro en el Polideportivo Municipal
de la ciudad de Hurlingham en la
provincia de Buenos Aires donde se
conmemoró el 15º aniversario de La Barra de los Clásicos Automoto Club.
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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos
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