jueves, 28 de mayo de 2015

De Soto aerodinámico

Chrysler Corporation creó un automóvil aerodinámico desarrollado en el túnel de viento a mediados de la década del treinta. Ese automóvil fue el Airflow, que en principio, tuvo dos marcas que lo representaron, la propia Chrysler y De Soto. Hoy veremos cómo era el De Soto Coupe del año 1934.

De Soto Airflow Coupe del año 1934.

Tan solo se fabricaron 1.594 cupés pese a que sus diseñadores y padres confiaban en el producto que lanzaron al mercado de Estados Unidos. Pero las líneas de vanguardia para su época conspiraron para que fuera un éxito de ventas. Su carrocería era monocasco por lo cual no tenía chasis como era tradicional por entonces.

Otra cosa que atentó contras las ventas del De Soto Coupe fue su corta distancia entre ejes. Los estadounidenses estaban acostumbrados a autos más largos. De nada sirvió que saliera el Chrysler Airstream, con mejores ventas en el mercado. Incluso se construyó una limusina Airflow Custom Imperial para el presidente de Filipinas, Manuel Quezon. De nada sirvió y las carrocerías Airflow se dejaron de fabricar en el año 1937.

Pero volvamos para atrás y veamos cómo nació este automóvil tan raro para mediados de los años treinta. El ingeniero Carl Breer que trabajaba para la Chrysler se interesó en cómo el flujo de aire afectaba a una carrocería. Para eso terminó trabajando con los hermanos Wright pioneros de la aviación. Con ellos estudió en el túnel de viento que se aplicaba a la construcción de los aviones.

Realizaron cientos de pruebas con diferentes modelos en el túnel de los hermanos Wright. Hasta que Walter Chrysler, el dueño de la empresa, decide construir su propio túnel de viento en Highland Park. Ahí se comenzó a ver que la construcción de dos cajas, como eran los autos de la época, no se adaptaba al flujo de aire. De esa nueva forma nace la idea de hacer una carrocería monocasco.

Pero no solo será eso sino que se redistribuyeron los pesos dentro de la carrocería. Para empezar se colocó el motor encima del eje delantero y no por detrás como era la norma imperante. Los automóviles hasta ese momento volcaban la mayor carga de pesos hacia el eje trasero. En la Chrysler Corporation llevaron esa carga al centro del auto, entre medio de los dos ejes.

De tal forma que los pasajeros terminaban de completar el equilibrio de pesos de los Airflow. De ahí que fueran autos mucho más maniobrables y hasta diría que más seguros.

La otra característica de esta distribución del peso hacía que el auto rebotara menos al circular. Con lo cual era más cómodo para manejar y viajar como pasajero. La trompa era muy diferente a sus competidores o incluso a modelos de las mismas marcas de la Chrysler. Los guardabarros delanteros ocultaban por completo las ruedas vistos desde adelante. Además los faros estaban integrados a la carrocería. Eso recién se haría masivo hacia el final de la década de cuarenta.

Fue el predecesor aerodinámico de varias marcas de automóviles europeas y hasta japonesas. Un rumor dice que Ferdinand Porsche se inspiró en el flujo de aire para diseñar el popular Escarabajo. Lo cierto que fue un automóvil revolucionario para su época y que el público conservador de Estados Unidos no lo entendió. Hoy, 80 años más tarde, nos parece un automóvil bello y nos cuesta creer que es del año 1934.

La cola terminaba con una caída desde el techo nada usual en la época. Una suave caída desde el techo hasta el paragolpes trasero. Haciendo fluir el aire hacia atrás. Las ruedas traseras tenían un encarenado removible parecido a lo que veríamos en autos mucho más modernos en los años cincuenta.

El motor era de seis cilindros en línea con una potencia de 100 HP, que en el caso del sedan de cuatro puertas tenía una cilindrada de 3.956 centímetros cúbicos o 241,41 pulgadas cúbicas. Los frenos eran hidráulicos en las cuatro ruedas y en el caso de sedan de cuatro puertas la palanca de cambios estaba en el tablero y no se necesitaba de embrague para cambiar de velocidad.

El De Soto Coupe venía con una caja de tres velocidades y marcha atrás, algo habitual por décadas en los autos de Estados Unidos. Más de una vez les he comentado lo reacios que eran los nativos de la nación de norte de América a hacer cambios. Eso lo comprendió Henry Ford con su famoso Ford T.

Pero lo más sorprendente de la nota de hoy es que el De Soto Airflow Coupe  del año 1934 que ilustra esta nota vive en Argentina. Más precisamente en la ciudad de Hurlingham y estuvo presente en el Polideportivo Municipal donde se celebró el encuentro que organizó La Barra de los Clásicos Automoto Club de Hurlingham. Es la segunda oportunidad que el De Soto visita este encuentro que se celebra a finales del mes de abril para celebrar el nacimiento de la entidad organizadora. La fotografía fue tomada el domingo 26 de abril de 2015 cuando se realizó el 5º Tour de los Clásicos y el posterior encuentro en el Polideportivo Municipal de la ciudad de Hurlingham en la provincia de Buenos Aires donde se conmemoró el 15º aniversario de La Barra de los Clásicos Automoto Club.

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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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