Desde
hace unas semanas los preparativos se hicieron casi con la misma
pasión de una final del mundial. La fecha elegida para el evento fue el domingo 4 de diciembre de 2022. Luego
quedaba encontrar un lugar acorde para recibir tamaña cantidad de
Rastrojeros, clásicos y vehículos acompañantes.
El lugar
Entre
varias opciones se escogió el Parque
Santa María sobre Camino del Buen Ayre, geográficamente bien ubicado
sobre acceso por autopista que permite llegar y volver cómodamente,
con sombra, servicios sanitarios y un estacionamiento con
suficiente espacio.
Típicamente
realizábamos una caravana, pero esta vez se dejó que cada participante tenga
la libertad de armar su propia ruta hasta el lugar del encuentro. A partir
de las 10 horas se fueron acercando las máquinas.
Quienes
viven cerca unos que otros armaron sus propias mini caravanas. Uno a uno
se fue sumando en una fila que superó las 40 unidades, tanto que hubo
que armar otra hilera en el lado contrario del estacionamiento.
Buscando
la sombra de los añosos eucaliptos y árboles del parque fueron
armando sus “burbujas” donde cada
uno compartió una picada, refresco o mates mientras se armaba el bufet
para el almuerzo que consistía en choripanes o hamburguesas junto
con un vaso de gaseosa.
La reunión
Las
charlas comenzaron a surgir, y con la llegada de cada participante
las mismas se animaban, las fotos se sucedían y como siempre ocurre, algún
rezagado que perdió el rumbo pedía ayuda a través del grupo de
WhatsApp.
Llegado
el mediodía y con el almuerzo listo fueron desfilando por la mesa del
bufet para acomodarse nuevamente en sus lugares. La tarde fue avanzando en
un día de pleno sol y a pesar de las altas temperaturas los Fans del Rastrojero fueron intercambiando
ideas, opiniones y consejos sobre cómo mejorar o embellecer las naves.
Con
la presencia de gente de todas las edades, suma de conocimientos y
muchas anécdotas llegó el momento más esperado: la entrega de diplomas y
premios.
El reconocimiento
En
este punto quiero destacar que se hizo mención especial a una persona
que tiene ganado el corazón de cada participante y que alguna vez
recibió un repuesto o consejo para seguir dando vida a nuestras
nobles máquinas.
Para
que sigan presentando batalla a pesar de los años. Dicha persona es Tito Gianetta, quien durante muchos
años trabajó en La Casa del
Rastrojero en Villa Ballester.
Dicho
reconocimiento fue materializado mediante un trofeo especial diseñado y fabricado
con repuestos que alguna vez formaron parte de una historia de trabajo y
esfuerzo.
La despedida
Como
conclusión y despedida de una jornada donde hasta se gozó de un show
de tango la tarde fue dando paso a las despedidas, abrazos y un hasta
pronto para emprender un “Ruteando
en Rastrojero” futuro, en un ambiente de plena camaradería, con familias
y amigos prometiendo el reencuentro en 2023.
Como
broche de oro cada uno que partía a sus hogares brindó un colorido
bocinazo, saludando o flameando la bandera argentina que nos une en cada
juntada.
¡Que se repita!
Darío Cubilla
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Aquellos comentarios que sean anónimos, y que no tengan un nombre, o un nick, o un apodo, como firma, no serán publicados y se los considerará como spam. Se eliminarán comentarios con enlaces publicitarios de cualquier tipo. Los comentarios con insultos o políticos se eliminarán directamente.