La marca
austriaca, en realidad del Imperio Austro-Húngaro, Laurin y Klement se creó en
el año 1894 de la mano de un mecánico, Václav Laurin, y de un librero, Václav
Klement. Así nació una nueva empresa para fabricar bicicletas con la marca Slavia.
Faltaban unos años para que se produjera el primer automóvil
con la marca Laurin
y Klement.