lunes, 30 de mayo de 2016

Torino a la Crespi

El automovilismo deportivo no es un tema que se trate a menudo en las notas de Archivo de autos. Pero de vez en vez nos acercamos a alguna historia deportiva del pasado. Hoy conoceremos el Crespi-Torino TC de Nasif Estéfano que surgió luego de un accidente del piloto del TC (Turismo Carretera). Eso fue a mediados del año 1967 cuando los Torino de IKA (Industrias Kaiser Argentina SA) ganaban carreras sin parar.

Crespi-Torino TC del año 1967 realizado por Tulio Crespipara el piloto Nasif Estéfano.
Fotografía de la revista Automundonúmero 114 del 11 de julio de 1967.

Tenemos que remontarnos a la tarde del sábado 3 de junio de 1967 cuando en las pruebas de clasificación del Segundo Premio Juan Gálvez, que se disputarían en el autódromo municipal de la ciudad de Buenos Aires, el Torino de Nasif Estéfano quedó con graves daños.

Luego de tomar el curvón que sigue a la recta principal, del autódromo porteño, el Torino de Estéfano perdió la línea en la pista de asfalto hizo un trompo y fue a dar de lleno contra el murallón que limita el autódromo.

Vista de la trompa del Crespi-Torino TC de 1967.
Fotografía de la revista Automundo número 114 del 11 de julio de 1967.
 

El Torino pertenecía al equipo de competencia de Donati, uno de los concesionarios de la empresa IKA. De esta forma el automóvil de carrera no pudo participar de la competencia que se realizó el domingo 4 de junio y que organizaba el Vicente López Automóvil Club.

El Torino siniestrado fue llevado al taller del artesano Tulio Crespi en el barrio de Chacarita, en la ciudad de Buenos Aires, que se ubicaba en la calle Santos Dumont. Ahí el Torino chocado quedó por 12 días a la espera de una decisión del piloto Nasif Estéfano.

El jueves 15 de junio llegó la decisión del piloto de TC: le daba vía libre a Tulio Crespi para reformar su Torino de carrera. Al parecer Crespi dijo: “a mi juego me llamaron” y de puso a transformar el Torino de Estéfano según lo que rezaba el reglamento de Turismo de Carretera de la época.

Los trabajos en el taller de Tulio Crespi en el Torino TC.
Fotografía de la revista Automundo número 114 del 11 de julio de 1967.

La idea era tener listo el automóvil de carrera para el domingo 9 de julio y solo faltan 23 días para llegar a ese día. Se llegó con la realización del Crespi-Torino TC, pero la ACTC (Asociación Corredores Turismo Carretera), entidad organizadora de la carrera, postergó la fecha para domingo 16 de julio, es decir una semana más adelante.

Semana que se usó para ajustar algunos detalles y experimentar más con el nuevo Torino TC de Nasif Estéfano. El diseño logrado por Tulio Crespi recordaba, por aquellos días, al Lamborghini Miura que diseñara el italiano Nuccio Bertone. Pero al parecer, Crespi al ser consultado, no tuvo en cuenta al Miura a la hora de perfilar el Torino de Estéfano.

Vista de ¾ de perfil trasero izquierdo del Crespi-Torino TC.
Fotografía de la revista Automundo número 114 del 11 de julio de 1967.

La trompa, que era totalmente de chapa, albergaba dos salidas de aire que dejaban pasar el aire caliente que salía del radiador de agua que estaba detrás de la parrilla de Crespi-Torino TC. Esa parrilla baja debía contener la que traía originalmente el Torino de calle.

El motor se corrió 15 centímetros hacia atrás para lograr un mejor equilibrio de pesos. También el puesto del piloto se había desplazado 25 centímetros hacia la cola del Torino. Completaba el cambio del habitáculo el parabrisas que ahora tenía una inclinación de 53º. Tanto el motor como la caja de cambios eran de un Torino TC común.

La suspensión delantera había sido modificada en la parrilla inferior que en su anclaje a la carrocería se subió 40 milímetros. Se aumentó el ángulo de avance y la geometría de la suspensión permitía el cambio de los resortes helicoidales. Además permitía usar resortes más largos para las carreras en ruta.

Comparación entre un Torino 380 de calle, a la izquierda, y del Crespi-Torino TC realizado para Nasif Estéfano.
Fotografía de la revista Automundo número 114 del 11 de julio de 1967.

De esta forma se podía tener un Torino para pista o para ruta según fuera la necesidad de la competencia a disputar. Recuerden los lectores que ya hacía varios años que en Argentina el TC se disputaba en circuitos cerrados, además de las carreras en ruta.

En la suspensión trasera se habían alargados los tensores superiores del diferencial. Y detrás del diferencial, en la cola del Crespi-Torino TC, no había nada más. Además la cola se acortó 40 centímetros con respecto al Torino 380 original.

La altura final, con el auto completo, sería de 1.270 milímetros. Que se descomponía en 1.150 milímetros del piso de la carrocería al techo de la misma y que se le sumaban 120 milímetros de despeje. Una enorme luneta que caía hacia la cola acortada era el remate final de la carrocería de este Torino reformado.

El Crespi-Torino TC en las pruebas de clasificación el sábado15 de julio de 1967 en el autódromo de Buenos Aires.
Fotografía de la revista Automundo número 115 del 18 de julio de 1967.

La carrocería en su parte baja había sido encarenada totalmente y el caño de escape compartía el túnel con el cardán para realizar su recorrido desde el motor hasta la salida. De esta forma se tenía una superficie plana en la parte baja del Crespi-Torino TC.

Detrás de los asientos se ubicaban los tanques de combustible que totalizaban una capacidad de 120 litros. El peso total del Torino de Estéfano estaba en el orden de los 1.050 kilogramos. Hay una foto donde se puede apreciar las colas de un Torino 380, de calle, y el Torino de TC modificado por Tulio Crespi.

En el equipo de trabajo estaban las siguientes personas: Carlos Bozyk, Alfredo Di Giano y Rafael N. Sergio que se encargaron del trabajo de la chapa; Salvador Grosso realizó la pintura y Humberto Muzzio, integrante de la empresa Donati y mecánico de Nasif Estéfano.

Largada de la carrera del domingo 20 de agosto en el autódromo de Buenos Aires.
Fotografía de la revista Automundo número 120 del 22 de agosto de 1967.

La primera carrera del Crespi-Torino TC se corrió el domingo 16 de julio en el autódromo de la ciudad de Buenos Aires. Por un cambio de diferencial Nasif Estéfano, el sábado 15 de julio, no logró una mejor posición de largada. Cuando realizó el cambio acertado mejoró los tiempos.

En la tercera serie que corrió, el domingo mencionado, llegó en tercer lugar con el número 14 pintado en su Torino y en la serie final quedó en cuarto puesto con un tiempo de 26 minutos con 9 segundos y 1 décimo completando 20 vueltas.

Hay una fotografía que muestra la largada del domingo 20 de agosto de 1967, donde Estéfano ganó la primera serie, con el número 15 pintado en su auto, y que terminó en sexto lugar en la serie final a 20 vueltas. Lo interesante de esa imagen es que podemos comparar el Crespi-Torino TC con los Torino Liebre II y los Torino con carrocería normal.

Además de apreciar cómo todavía, en el año 1967, el TC seguía con cupecitas y el cuadrado de Peduzzi en carrera. Lentamente era una categoría que se estaba modernizando y los Torino, con su debut el domingo 26 de febrero en la Vuelta de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires, venían ganando sin parar.

Las fotografías que ilustran esta nota fueron tomadas de la revista Automundo. Del número 114, del 11 julio de 1967, de donde tomé el trabajo de transformación del Crespi-Torino TC. Del número 115, del 18 de julio de 1967, saqué la foto de la primera carrera realizada y del número 120, del 22 de agosto de 1967,  tomé la largada de la carrera del domingo 20 de agosto.

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Mauricio Uldane
Editor de Archivo de autos

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