sábado, 27 de junio de 2015

Alpine A110 1600S de 1971 o cómo Renault llegó a la cima del Rally mundial

Jean Rédélé fundador de la marca Alpine, nació en 1922 en la localidad francesa de Dieppe. Su padre fue un antiguo mecánico de Ferenc Szisz, primer piloto de la fábrica de Renault Freres y vencedor del Gran Premio de Sarthe de 1906 en Le Mans. Además, era el dueño de un concesionario Renault en las inmediaciones de la ciudad, lo que le facilitó y le abrió las puertas para participar en pruebas de velocidad con modelos de la marca.

Alpine A110 1600S del año 1971.


Dados los buenos resultados obtenidos por Rédélé, Renault, pone sus ojos en él y lo llama para que integre sus filas convirtiéndose en piloto del equipo para las pruebas de velocidad de la Régie Renault desde el año 1951 hasta el año  1954, logrando en este equipo, varias victorias sobre marcas dominantes de la época como Jaguar o Porsche.

El hecho de haber creado un coche capaz de codearse con la elite del automovilismo internacional y de vencer en algunas de las más exigentes y prestigiosas pruebas del calendario, le llevan a consolidar la idea de no solo de crear su propio automóvil de competición, sino también su propia marca. Con esta idea nace en 1955 la Société des Automobiles Alpine, en referencia a las victorias de la Coupe des Alpes de 1953 y 1954.

“Cuanto más me he divertido en mi vida ha sido recorriendo los Alpes a bordo de mi 4 CV Renault, por eso he decidido que mis coches se llamen Alpine, ya que mis clientes tienen que disfrutar al conducir el coche que yo quiero construir”, palabras de Jean Rédélé. En el salón del automóvil de París, ve la luz el Alpine A106 primer modelo oficial de la marca el 6 de octubre de 1955, como evolución de la misma aparecieron posteriormente el A106 Cabrio y el A108 en la versión inicial también cabrio y luego coupe.

Alpine tenía muy claro que la base de su éxito, además de los sencillos e innovadores conceptos que aplicó su creador, era la fiabilidad mecánica que le otorgaban los componentes procedentes directamente de Renault. Esta fluida relación va estrechándose en la medida que los coches de la marca adquieren prestigio como automóviles de carreras con la consiguiente repercusión en sus ventas.

Alpine gozaba de disponer de primera mano el material suficiente para su artesanal cadena de montaje, así como también para sus proyectos de carreras que seguían siendo la esencia de su progreso. En este sentido será vital el ex piloto de Fórmula 1 Amédée Gordini que desarrolló los motores de competición Renault montados también en su “variante” Alpine, se decía para aquellos años que los Alpine eran coches prácticamente irrompibles a pesar de su ligereza.

El A108 se comercializó con 3 motores de 37, 50 y 60 CV y es este modelo con el que comienza la internacionalización de la marca, además de Francia, el A110 sucesor del A108 para su producción viaja a las plantas de  San Bernardo do Campo en Brasil donde se vendía bajo la marca Willys con el nombre Interlagos (el gran Emerson Fittipaldi doble campeón mundial de Fórmula 1 condujo uno en varias carreras en su país), a la de FASA Renault en Valladolid España, a México producido por Diesel Nacional o “DINA”  que también producía automóviles Renault bajo licencia y a Bulgaria como “Bulgaralpine”.

Como en toda evolución, los avances genéticos de una especie se deben al éxito o fracaso de adaptación de cada pequeña variación en su ADN, pero la historia también nos ha enseñado que los grandes saltos evolutivos han venido de la conjunción de unas circunstancias excepcionales que propician la aparición de un grupo de individuos que manifiestan su superioridad competitiva en la lucha por la supervivencia.

Este individuo privilegiado evolutivamente se presentó en el Salón de París de 1962 con el nombre de Alpine A110 “Berlinette” y es donde el gran Amedée Gordini dio una alerta con una gran visión de futuro. “Las Berlinetas de Alpine van a sorprender al mundo” y vaya si lo fue. El Alpine A110 1600S “Berlinette” es un automóvil deportivo producido desde fines de 1961 hasta 1978. El A110 como dijimos fue presentado en 1962 como una evolución del A108, fue equipado en su vida con varios tipos de motores Renault y en su fabricación se utilizaron piezas del Renault 8, siendo este uno de los primeros autos en el mundo en compartir autopiezas con otro automóvil de otra marca.

En un principio fue fabricado como cupé o “Berlinetta” y luego como descapotable, la principal diferencia fue la restilización de la parte trasera en función de los motores mayores con que se equipó, dando como resultado un automóvil mucho más agresivo y hermoso en su diseño.  Su líneas se basaron en el Lotus Elan, siendo Colin Chapman una importante fuente de inspiración para los diseñadores de Alpine de la época, su chasis  era de acero tubular con carrocería de fibra de vidrio, recibiendo originalmente un motor de 1.108 centímetros cúbicos con una potencia de 95 CV a 6.500 revoluciones por minuto que equipaba al Renault 8 Major o también llamado Renault 8 Gordini por su motorización.

Casi al mismo tiempo que esta versión de calle, ya existía una de competición con la cual el piloto José Rosinski, consigue el primer éxito del A110 en el ámbito deportivo en el Rally des Lions de 1963. Para esos años la colaboración de Renault se traduce en financiación adicional para su producción y en el rediseño de algunas partes del auto, por ejemplo se llevó el radiador a la parte delantera, reforzando para esto la transmisión y se rediseña también el morro del coche para albergar los 4 faros de largo alcance característicos y necesarios en las competiciones de rally.

A pesar de esto, el reparto de pesos era de 30% adelante y 70% atrás, pero esta relación 30/70 lejos de suponer un inconveniente era la mejor de las cualidades del auto, según los pilotos de la marca tenía mejor comportamiento en curva que en recta, algo fundamental en el rendimiento de un auto de rally, pero siempre con la premisa de minimizar el peso y sobre todo en el “Berlinette” en particular, ya que con una altura de 113 centímetros del suelo hacía que el centro de gravedad del auto fuera uno de los más bajos de la categoría.

Como dijimos anteriormente sus mayores virtudes residían en su manejo y motricidad, y con el paso del tiempo, el A110 fue recibiendo nuevas motorizaciones, el 1.108 centímetros cúbicos recibió un carburador doble cuerpo para luego dar paso a un motor de 1.296 centímetros cúbicos con 115 CV y al de 1.255 centímetros cúbicos preparado especialmente por Gordini para el “Berlinette” con 5 CV más en 1967. En cuanto a la competición, los mayores éxitos vendrían a partir de la materialización del equipo Alpine-Renault en 1967, logrando el título de 1967 y de 1968 en el campeonato español de Rally, en el año 1968 y 1969 en el campeonato francés y en 1970 con el doblete del campeonato francés y el Campeonato de Europa de Rallyes con un impresionante A110 1600S de solo 620 kilogramos y 1.565 centímetros cúbicos y 140 CV, homologado en el grupo 4, con un motor que equipaba al Renault 16 de fabrica.

Para 1971, auto al cual vamos a describir, no podía empezar de mejor manera para Alpine, ya que monopolizó el podio en la primer carrera en el tradicional Rally de Montecarlo, a la victoria de Ove Andersson se le sumó el segundo puesto de Jean-Luc Therier y el tercero de Andruet. Además de esta victoria, Ove Andersson conseguiría la victoria en el Rally de los Alpes y en el de Acrópolis en Grecia, terminando el año con el título de marcas en el Campeonato Internacional de Fabricantes, posteriormente llamado Campeonato Mundial de Rally.

Dentro de las especificaciones del A110 1600S serie 2 de 1971 encontramos que a la estructura tubular de acero y carrocería de fibra de vidrio Fastback Coupe de 2 puertas, le acompañaba un motor Renault trasero de 1.565 centímetros cúbicos de 4 cilindros en línea, 8 válvulas, aspirado naturalmente con una potencia de 140 “burros” la cual era muy notoria al tener solo 620 kilogramos de peso en orden de marcha. Su transmisión trasera, era acompañada por una caja manual de 5 velocidades, con una velocidad máxima de 215 kilómetros por hora y una aceleración de 0-100 kilómetros por hora de solo 6,3 segundos (impresionante para la época), tardando solo 28 segundos para recorrer una distancia de 1 kilómetro.

Sus frenos a discos ventilados eran excelentes y su dirección era muy agradable, suave y de corto recorrido, pero la contra era su habitabilidad, su acceso era bastante complicado y las rodillas sufrían bastante hasta que se acostumbraban, el habitáculo era bastante reducido y por lo tanto algo incómodo, sumado a que su visibilidad era bastante deficiente tanto para adelante como para atrás.

Tras otro excelente año en 1972, la inversión inicial de Renault acaba convirtiéndose en la compra definitiva de la factoría de Dieppe, eligiendo al pequeño A110 como el coche oficial de la marca para el reciente creado Campeonato Mundial de Rally de 1973, Andruet se convierte en el primer piloto en ganar una carrera del nuevo campeonato, el Rally de Montecarlo, y Alpine en el primer constructor en alzarse con el título mundial al concluir la temporada. Pero como ocurre en la naturaleza, solo un gran depredador es capaz de acabar con la posición dominante de otro y para 1974 en el Campeonato Mundial de Rally entra en juego el Lancia Stratos, convirtiéndose en un rival implacable… pero como siempre decimos, esa es otra historia.

El dibujo del Alpine A110 1600S del año 1971 fue tomado de la Enciclopedia Salvat del Automóvil editada en España en el año 1974.

Juan Carlos Garcia
Editor de Archivo de autos



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